¿Y dónde está el piloto?

La novela por el entrenador de la selección de básquetbol.

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Muchos han sido los rumores en los últimos días respecto al técnico de la selección de básquetbol. Lo cierto, es que hasta ahora no hay confirmación alguna, e incluso oficialmente no se ha cerrado el ciclo de Pablo López, por más que varios lo dan por terminado. Muchos incluyen extranjeros en la danza de nombres pero ¿esa es la gran solución?

Culminado el Premundial de Venezuela y en base a algunas declaraciones de jugadores, sobre todo de García Morales, comenzó a correr el rumor de que el ciclo Pablo López había terminado, no cumpliendo con el ciclo olímpico por el que había sido contratado previo al Sudamericano de Resistencia del año 2012.

A partir de ahí los nombres comenzaron a sucederse, varios proponiendo a un DT extranjero como la gran solución a los males de la selección, siendo el nombre del "Oveja" Hernández el que más vuelo tomó, hasta que él mismo lo descartó en una charla informal con el presidente de la FUBB, Ney Castillo.

La designación de Mateo Rubio Díaz para los Juegos ODESUR despertó las voces de que el catalán también se haría cargo del equipo en el Sudamericano de Venezuela, incluso algunos llamados referentes de la selección hicieron aún más confusa la situación.

El propio Ney Castillo se encargó de desmentir esa posibilidad e indicó que el ciclo Pablo López aún no se había cerrado, marcando que luego de culminada la Liga Uruguaya se entablaría un contacto con el entrenador de Malvín.

En los últimos días y al confirmarse la no continuidad de Mateo Rubio Díaz en Trouville, versiones de prensa indicaron que el catalán se alejaba de la selección, algo que nunca había sido confirmado oficialmente.

A partir de ahí volvió a desplegarse la danza de nombres, incluyendo al argentino Guillermo Narvarte, que estuvo unos días en Uruguay y ya se lo postuló como probable sustituto de López.

Ahora, ante de elegir a un conductor nacional, se deberá nominar a un Gerente Deportivo, puesto vacante tras la salida de Alberto Espasandín. El mismo debe ser el encargado de marcar un perfil de conducción y cuál será el objetivo para este Sudamericano.

Antes que los nombres, hay que saber a qué se va a ir a Venezuela. ¿Será a buscar el título tan esquivo a esta generación, dándole una nueva oportunidad a este grupo en el que varios ya demostraron su disconformidad con Pablo López?. ¿O comenzaremos a pensar en el Mundial del 2018, arrancando desde ya el plan recambio?.

El gran problema de la FUBB será ahora elegir un perfil, primero plantearse el objetivo para el Sudamericano y luego optar, primero por la continuidad o no de Pablo López y en el caso de no seguir el proceso, en quién será su sustituto.

La otra pregunta que nos podríamos hacer es ¿Un entrenador extranjero asegura los éxitos que no hemos podido conseguir?

Mi respuesta es que salvo un par de entrenadores extranjeros, el resto no está tan por encima de nuestros entrenadores y sobre todo de un estudioso del básquetbol como Pablo López.

El alto costo de un entrenador extranjero tampoco garantiza el poder obtener algún título que con esta generación no se ha podido lograr. Si se termina dando, se daría la razón a algunos jugadores que a viva voz han pregonado que los grandes culpables de no haber obtenido logros fueron los entrenadores uruguayos que los han dirigido.

Ojalá los dirigentes de la FUBB sean conscientes de que la elección puede marcar muchas cosas, lo primero que debe significar es dejar claro un estilo de conducción y demostrar qué se quiere para la selección. Si se piensa a largo plazo y en la posibilidad de retornar después de muchos años a un Mundial o si el objetivo trazado solamente está de aquí a unos meses.