Cuando las papas queman
¿Por qué algunos jugadores o equipos son más eficaces bajo presión?
Londres, 5 de mayo de 2014. Van 55 minutos de juego en Selhurst Park, cuando Luis Suárez anota el 3-0 para Liverpool. Poco más de 3 millones de hinchas de Liverpool en Inglaterra, así como una cantidad muy similar en Uruguay, piensan en seguir sumando goles y acercarse a Manchester City en el saldo. De paso, que Suárez haga alguno más para adelantarse en la lucha con CR7 por la Bota de Oro.
Poco más de media hora después, y tras recibir 3 goles en 9 minutos, Liverpool pierde casi todas sus posibilidades de ser campeón de la Premier League, ante un equipo al que casi duplica en puntos en la tabla de posiciones.
Situaciones similares se repiten en pocos días en Argentina (Gimnasia LP cae ante Quilmes y cede la punta a River Plate a una fecha del final), España (Atlético empató, al igual que Barcelona estirando la definición y Madrid perdió la oportunidad de meterse en la pelea) y obviamente Uruguay, en donde Peñarol empató y Wanderers quedó en inmejorable posición.
¿Cómo se explica todo esto? Sin duda, uno de los factores que juega mucho es la presión. O mejor dicho, el manejo que cada jugador y el equipo como tal hace de dicha presión.
La presión es una tensión psicológica que se produce cuando una persona se enfrenta a una dificultad de la realidad, en la que la persona debe responder y superar los retos que se plantean. Es un desafío que no puede evitar, y donde la realidad va a cambiar de una manera u otra.
Para entender cómo afecta la presión a un jugador, es bueno ir a la física, la cual nos dice que la presión es la relación entre la fuerza y la superficie en la que actúa. Aquí la fuerza sería cuán grande es la situación que se está enfrentando (ej.: definición de un campeonato), y la superficie sería el jugador. Cuanto mayor es la superficie, menor será la presión.
Si pensamos en la final de la Copa del Mundo de 2006, y la recordada reacción de Zidane, podemos pensar que la presión por el éxito de Francia estaba toda concentrada en un jugador, por lo cual la presión que recibía era enorme.
Un ejemplo similar es lo sucedido con Messi en la Copa de Mundo pasada, donde cargaba él con toda la presión. ¿Qué suele pasar en un equipo bien armado? Que esa presión se divide entre más jugadores, y entonces la presión que cada uno recibe es menor.
Pero claro, en algunos casos, como los deportes de competencia individual, la presión recae sobre una sola persona. Y allí, la diferencia estará en cómo pueda manejarla. Algunos parecen afectarse muy poco por la circunstancia, y otros se sienten bastante disminuidos por la presión. Gary Kasparov, campeón mundial de ajedrez, decía que la diferencia de los grandes campeones era que bajo presión eran más eficaces.
¿De qué depende esto? En parte de sus experiencias previas… por eso se dice que hay “ganadores”, porque el que logró superar un reto una vez a la segunda ya va más tranquilo.
Pero también de aspectos psicológicos como sus expectativas, que logre abstraerse de las expectativas de los demás sobre su desempeño, de su autoconfianza, de su optimismo. Y en todos estos aspectos, debería trabajar el Psicólogo del Deporte para aumentar la tolerancia a la presión, es decir, la capacidad de rendir bajo presión.
Pero también dependerá del entrenamiento. El deportista debería entrenar bajo presión, en situación de competencia, lo más posible. Es mucho más simple para un tenista sacar con un canasto al lado sólo por el hecho de sacar, que sacar match point abajo. Igualmente para un jugador de basket poner un libre cuando sólo debe tirar, que perdiendo por uno con el cronómetro en cero.
Por último, cualquier motivación, en exceso, puede interiorizarse como una presión. Por ejemplo, la localía, que debería ser un aspecto beneficioso para un equipo por tener a sus hinchas alentando, muchas veces se transforma en una presión (el deportista se convence que tiene que ganar sí o sí por tener el público a su favor). En este sentido, vemos como el DT de Brasil Luiz Felipe Scolari ya adelantó que tiene un plan de trabajo armado con Regina Brandão (psicóloga con quien trabaja) para que los jugadores puedan manejar de forma positiva esta realidad.
En resumen, la presión es un componente del deporte, algo que siempre estará. Es más, los deportistas esperan la oportunidad de enfrentar estas situaciones de definición. Pero mejor que esperar sería prepararse para que, cuando les llegue la oportunidad, lo enfrenten con muchas más posibilidades de salir exitosos.