Terror al teclado

La “cruzada inglesa para amputar a Suárez”.

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Luis Suárez, quizá el jugador más importante de la celeste de cara al Mundial, sufrió una lesión de meniscos y fue operado. De su recuperación depende que esté en la máxima cita del fútbol. Esto, evidentemente, ya lo sabemos todos.

¿Cómo se lesionó? Aparentemente, por un golpe de Paul Dummett, defensa galés de Newcastle que le cometió una dura falta en el último partido de la Premier League. A partir de aquí es que se gesta lo que motiva esta humilde columna de opinión.

La asociación parece lógica: Inglaterra juega en la serie contra Uruguay y claro, mandaron al pibe a romperle la rodilla a Luisito. Tan lógica como conspirativa y terrorista, y por demás carente de argumentos. Pero si yo, o el vecino del barrio, o cualquiera, hace esa asociación, vaya y pase: es entendible, de alguna forma, porque estamos todos con un julepe importante de que nuestro mejor jugador se pierda el Mundial.

Cuando aquellos que deberían analizar el tema e informar, se ocupan de generar suspicacias para que esa suposición se transforme en una verdad, la mano se complica. “¿COMO EN 1966, AHORA UN “RODILLAZO CRIMINAL” ES UNA MANIOBRA DE INGLATERRA PARA SACAR A SUÁREZ DEL MUNDIAL?”, así, con mayúsculas, se titula una nota en el portal de Tenfield.

Las verdades

En este artículo (que por la comparación histórica probablemente haya sido escrito por el gran Atilio, y no nos referimos al de Cymaco), se pregunta si la falta de Dummett sobre Suárez es una maniobra inglesa para sacar a Luis del Mundial, comparando la situación con el Mundial de 1966, ganado por Inglaterra con un manto de duda sobre muchas decisiones arbitrales.


Pero, en realidad, no se pregunta si esto es una maniobra de los ingleses, sino que lo afirma. “Paul Dummet del Newclastle ya cumplió su cometido. Le pegó alevosamente en la rodilla izquierda a Luis Suárez…” dice el pie de foto de la nota (nótese la L de más en el nombre del equipo y la ausencia de una T en el nombre del jugador).

Luego, dice: “en la primer acción (“la primera”, debió decir) en (debió decir “que”) participó fue a golpear decididamente a Luis Suárez. Le pegó en su rodilla izquierda. Ingresó claramente con la intención y el cometido premeditado de lesionar al goleador uruguayo”, y cuestiona el cambio que el DT de Newcastle realizó, ya que su equipo no se jugaba nada (nada más que empatar el partido).

O sea, está confirmado. La conspiración existe y está comprobado. Al menos eso dice este artículo. ¿Quién lo prueba? El testimonio de un “calificado colega radicado en Londres”. ¿Qué dice esta persona? Básicamente que él piensa que fue intencional, y que los compañeros de trabajo de su hija estaban contentos de que Suárez no jugara el Mundial.

En síntesis, los solidísimos argumentos que puedo tener yo, el tachero o mi señora madre sobre el tema. Y además, ¿no les parece razonable que los ingleses se sientan aliviados de no tener a uno de los mejores delanteros del mundo como rival? Lo mismo sentirían los bosnios si se lesionara Messi, o los uruguayos si se lesionaran Sturridge o Gerrard.

La nota remata: “Ahora como se las ven feas ante el Uruguay de Luis Suárez, amenazados del papelón de no pasar a la segunda ronda, sacar a Suárez del mundial les otorga más chance de seguir adelante”. Caso cerrado, indiscutible conclusión.

Igualito a lo que pasó en 1966 (con el mismo criterio científico podríamos decir que, en realidad –y robo algo que leí en facebook- esta conspiración viene planeada desde comienzos del siglo XIX por un tal Lord Ponsomby). Quizá también la conspiración sea para cobrar venganza del arbitraje de la terna uruguaya en el Mundial pasado, que no cobró un gol increíble.

La jugada

¿Va el jugador rival con la intención de lesionar a Suárez? Esa parece ser la discusión. ¿Alguien puede saberlo? Seguramente solo Paul Dummett.

La jugada fue un choque de rodillas. Fue falta, sin dudas, y para tarjeta (aunque no sé, sin dudas, si era para expulsión; de todas maneras es irrelevante). El vuelo posterior de ambos jugadores (donde no se registra otro contacto) es espectacular, y hace parecer a simple vista que a Suárez lo mataron. Pero lo cierto es que chocaron las rodillas y nada más.

¿Es realmente lógico pensar que el jugador puso su rodilla de tal manera de impactar en la parte externa de la rodilla de Suárez para lesionarle los meniscos? Si su intención era lesionarlo, ¿por qué no le metió un planchazo artero, una patada descalificadora? “No podía quemar tanto”, me dirán. ¿Pero no era una conspiración de la Federación inglesa?

Dummett, ¿no podía haberse lesionado también? ¿O acaso tiene un máster en rodillazos de kung fú, al estilo Uma Thurman cuando mata a David Carradine en “Kill Bill”? 

¿Qué pensará Suárez de todo esto? Realmente, dudo que comparta lo vertido en la nota de Tenfield. Habría que preguntarle.

Terrorismo

Lo más complejo de todo esto es el rol de los medios. Porque todo este planteo conspirativo y sin fundamentos está lejos de ser periodismo. Ojo, esta columna de opinión tampoco lo es ni pretende serlo.

La nota editorial (porque no está firmada) de la gran T es sensacionalismo puro para vender lo más que se pueda, sin importar que luego se termine fomentando el odio, el “ingleses de m…”, las amenazas por twitter al nuevo enemigo del pueblo uruguayo, y demás etcéteras.

¿Qué más decir? Sobre esto, no mucho más. Un aporte para que pensemos un poco más antes de llegar a juicios tan tajantes. Y por último, desearle a Luis Suárez una pronta recuperación y esperar que llegue al Mundial de la mejor manera, para que a fuerza de fútbol y goles, que es lo suyo, le ganemos a los ingleses y al rival que tengamos enfrente, sin sed de revancha ni inventando rivalidades absurdas.