Tarde de sol, Atilio García desbordada de hinchas danubianos, muchísima gente del interior que se arrimó con sus casacas franjeadas y sus banderas a alentar a nuestro Danubio querido con la misma ilusión: dar la vuelta.

Vuelta que no sería fácil ni mucho menos, ya que nos encontramos con un rival distinto al de las dos finales anteriores, que fue bicho, que se sacó el peso de amplio favorito y jugó mucho más descontracturado.

Ya metiéndonos en el partido, fue increíble y se destacó básicamente por los altos y bajos que sufrimos en cuanto a lo anímico. Festejamos, nos enojamos, nos quejamos y nos tranquilizamos a cada rato.

¿Por qué? Porque no terminamos nunca de liquidar el partido en los 90', porque terminamos sin delanteros netos, porque hubo dos echados de cada lado, porque éramos segundos hasta el último minuto y porque quedamos afónicos de tanto alentar y gritar.

Lo que no logro entender es cómo estos animales siguieron corriendo y luchando hasta el minuto 120, sobre todo después de recibir ese gol en el 105'. ¿Qué querés que te diga? Yo tenía las piernas agarrotadas de la tensión y de las patadas que le pegué al murito de la tribuna, y veía a Camilo correr como si fuera el minuto 30'.

¡Unos animales! ¡Gracias por esta alegría, Danubio! ¡Gracias Leo, gracias cuerpo técnico, gracias jugadores, gracias Goicoechea, gracias Óscar, gracias dirigentes, gracias banda, gracias a los que estuvimos siempre!

Lo mejor: La remontada anímica. Llegamos a las finales de punto y con la opinión publica ignorándonos. Llegábamos, para ellos, a ver salir campeón a Wanderers, sin embargo nos fuimos con todas las copas y todas las clasificaciones juntas. Unas bestias.

Las figuras: 

Salvador: fundador del día del golero, a partir de ahora todos los 8 de junio.
Fede Ricca: un ida y vuelta acalambrante, goles importantisimos.
De Los Santos: apareció cuando más se lo necesitó y con terrible nivel. 
El Indio: el tipo que no siente la presión nunca. Para él, aplausos.
Porras: Se puso el cuadro al hombro, marcó cuando debía y jugó cuando debía. De lo mejor.
Lea: Otro que apareció cuando se lo llamó. Goles y rendimientos importantísimos en las finales.
Camilo: Dicen que sigue corriendo… Una bestia, gol histórico que nos llenó el pecho de gol.
Nachito: Pura clase, pintor de caras profesional. Un crack.
Tito: Todo huevo, gana todas las pelotas a las que va. Otra bestia. 
Tuna: Otro que apareció cuando más lo necesitábamos. ¡Buena, Tuna! 
Rata: Debió cumplir con un rol diferente y lo hizo de gran manera.
Cotugno, Soria, Faber: Entraron y dejaron la vida, indispensable su trabajo.
Cuerpo técnico: Leo, por el planteo. Matías, porque el equipo corrió y presionó 120 minutos. Y el Pipa, no necesito ni decir por qué.

Lo próximo: además del título conseguimos la clasificación a la Sudamericana. Arrancamos el 21 de agosto.

Lo destacado: La actitud del plantel, por sobre todo lo de Jadson. Capitán y pico. Ganador nato, la franja le queda pintada y cada vez que se la pone nos acostumbra a darnos alegrías. ¡Gracias Jadson!

Gracias Danubio. ¡Festejemos y disfrutemos de esto todos juntos!

¡YA VAN A VER A DANUBIO CAMPEÓN OTRA VEZ!