Cosa linda

No hay nada más lindo que ser hincha de un “cuadro chico”. El nerviosismo de ir ganando, mirar el reloj y que los minutos no pasen más.

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Aunque no sea nada imparcial en mis opiniones, creo que jugamos un partidazo y fuimos merecedores del triunfo. ¿La clave? Muy buena marca y una delantera velocísima para aprovechar los contragolpes. Creo que hicimos un planteo muy inteligente.

A pesar de llegar tarde al Parque Central, no me perdí ninguno de los goles. En el primer tiempo, el dominio fue nuestro, teniendo como motor a Felipe Rodríguez, el cual fue titular por primera vez en el campeonato y la rompió.

Todos los goles fueron en esta etapa. Murillo puso el 1 - 0 con un gran cabezazo, gracias a un excelente centro de Felipe Rodríguez. Burgueño el 2 - 0 luego de una gran jugada y pase final de Murillo.

¡Qué lindo es que los jugadores vayan a gritar los goles a la tribuna! El descuento local vino de la cabeza de Leandro Barcia, gracias a una gran jugada.

En el complemento, pese a haber momentos de sufrimiento, en los que parecía que Nacional se podía llevar los tres puntos, nos dedicamos a defender y gracias al excelente trabajo conjunto de la defensa y de nuestro golero, pudimos sostener el resultado y llevarnos el triunfo.

Pudo haber sido más amplio, pero el horror del árbitro impidió que Brian Uribe convirtiera el tercero. Hay que estar de este lado del mostrador para ver cómo cada partido contra un grande, además de jugar contra otro equipo, jugamos contra los referees.

Nuestra eficacia en ataque sigue demostrando que jugar con delanteros rápidos saca ventaja en el fútbol uruguayo. Es imposible no comparar a esta delantera con la conformada por Romario Acuña, el propio Miguel Murillo y Juan Ignacio Marcarié como armador de juego, la cual dos campeonatos atrás enloqueció defensas y supo ganarle a Nacional.

Me volví para mi casa eufórico y loco de la vida. Esto es ser hincha de un “cuadro chico”, viviendo de las pequeñas alegrías. Solo nosotros podemos entender lo que se siente ganarle a un equipo grande en su cancha y con sus tribunas llenas. Solo nosotros sabemos qué es formar parte de una familia enorme, que se junta todos los fines de semana, en las buenas y en las malas.

PD: Los hinchas verdinegros nos alegramos mucho cuando por los altoparlantes anuncian que la parcialidad local debía aguardar 15 minutos luego de concluido el partido, para que los visitantes saliéramos. Primaba la cordura y el sentido común y por primera vez no seríamos nosotros los que deberíamos esperar para que se vaciaran las tribunas.

Al salir del Parque Central, nos encontramos con centenares de hinchas de Nacional en la calle. Ojalá la Guardia Policial fuera tan rígida con los equipos grandes como lo han sido con nosotros, habiéndonos retenido por media hora en algunas ocasiones.

PD 2: Lindísima la actitud de los jugadores verdinegros de arrimarse a la tribuna a saludar a los hinchas antes y después del encuentro. Aplausos.