El orgullo del barrio

El camino es este: cuidar las inferiores, trabajar con gente de la casa y contratar jugadores que se puedan proyectar a futuro.

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A los que respiran Rentistas, como yo, siempre se les infla el pecho al hablar del bicho, al pisar la sede, “el Perrone”, o al ver salir las casacas rojas del túnel, en las buenas y en las malas también.

Pero ningún hincha, de ningún equipo, puede negar el sabor dulce que nos dan los buenos resultados en lo deportivo y en ese aspecto, hoy Rentistas está viviendo un sueño.

Hace un par de años se inició un proceso para ascender con un equipo sólido en un plazo de dos o tres años. No solo que ascendimos el primer año, sino que hicimos un campañón que nos permitió clasificar por primera vez a una copa internacional, en la que tuvimos una dignísima actuación.

Hoy, con seis fechas jugadas de una nueva temporada, nos encontramos en los puestos más altos habiendo derrotado a rivales que suelen ser candidatos. Uno de ellos fue el campeón Danubio.

Sobre el partido no me quiero extender mucho. El tanteador lo abrió Nacho Ithurralde de tiro libre (zaguero con buen pie, cosa que no se ve mucho en nuestro fútbol). El segundo lo convirtió Hugo Soria, que para mi fue la figura del partido junto a Anderson Silva.

El tercero fue una joyita de Federico Laens en su debut con la roja, probablemente el mejor gol del año. A los locales le expulsaron dos jugadores y erraron un penal cuando el partido estaba 0 - 0.

El Renta no solo gana, sino que juega bien. Defiende con disciplina y maneja bien la pelota. Encima tiene jugadores picantes en ofensiva que complican a cualquier rival. En este momento no tenemos la presión que significa pelear por no descender, lo que nos da soltura y nos permite aspirar a más y seguir creciendo.

El camino es este: cuidar las inferiores, trabajar con gente de la casa y contratar jugadores que se puedan proyectar a futuro. Los resultados los tenemos a la vista.

¡Salute, bicheros! A seguir disfrutando...