Querer no es poder
Fénix mereció mejor suerte ante River Plate pero los errores defensivos que cometió le costaron el partido.
Fénix mereció mejor suerte ante River Plate pero los errores defensivos que cometió le costaron el partido. Más allá de la derrota, que nos afecta a todos, hay cosas positivas para resaltar.
Destaco la cantidad de hinchas que llevó el cuadro más allá del excesivo precio ($250) que tuvo que pagar por la entrada. Valoro que el cuadro pensó siempre en el arco rival y dominó durante muchos momentos del partido. Una vez más Lucas Cavallini, quien fue por momentos resistido el campeonato pasado, volvió a convertir y demostró hoy en día es un jugador clave para el equipo.
Sin embargo nos equivocamos en la última zona y el rival aprovechó esos fallos para inclinar la balanza a su favor.
A pesar del resultado adverso, Fénix pudo descontar pero falló en la definición. La “guapeza” y la rebeldía no la demostró pegando patadas. Siguió apoyándose en Aníbal Hernández y buscando a Cavallini, esperando las subidas de Dorrego.
Me quedo con eso, con el equipo que pelea en el buen sentido. Que intenta llegar al arco rival de la forma en la que considera mejor aunque de afuera todos pidan “tirala para arriba”.
“Bueno, estás jugando contra los suplentes de River” fue uno de los gritos que se escuchó desde la tribuna recriminando el planteo táctico y el rendimiento de algunos jugadores.
La frase es cierta, el rival alternó a sus titulares pensando en su partido por la Copa Sudamericana. Lo que también es cierto, es que Guillermo Almada lleva tres años y medio dirigiendo al darsenero a diferencia de los seis partidos que lleva Gustavo Bueno como técnico de Fénix.
Con esto apunto a la paciencia que debemos tener con nuestro cuadro. Está claro que extrañamos la seguridad y experiencia de Luis Mejía, la clase de Martín Liguera pero la realidad es que hoy en día no están. Somos los que estamos y punto.
El domingo jugamos ante el vigente campeón que, más allá de no venir bien, es un rival sumamente complicado. Una vez más, los futbolistas a jugar, el técnico a pensar y nosotros a alentar.
¡No Baja!
Destaco la cantidad de hinchas que llevó el cuadro más allá del excesivo precio ($250) que tuvo que pagar por la entrada. Valoro que el cuadro pensó siempre en el arco rival y dominó durante muchos momentos del partido. Una vez más Lucas Cavallini, quien fue por momentos resistido el campeonato pasado, volvió a convertir y demostró hoy en día es un jugador clave para el equipo.
Sin embargo nos equivocamos en la última zona y el rival aprovechó esos fallos para inclinar la balanza a su favor.
A pesar del resultado adverso, Fénix pudo descontar pero falló en la definición. La “guapeza” y la rebeldía no la demostró pegando patadas. Siguió apoyándose en Aníbal Hernández y buscando a Cavallini, esperando las subidas de Dorrego.
Me quedo con eso, con el equipo que pelea en el buen sentido. Que intenta llegar al arco rival de la forma en la que considera mejor aunque de afuera todos pidan “tirala para arriba”.
“Bueno, estás jugando contra los suplentes de River” fue uno de los gritos que se escuchó desde la tribuna recriminando el planteo táctico y el rendimiento de algunos jugadores.
La frase es cierta, el rival alternó a sus titulares pensando en su partido por la Copa Sudamericana. Lo que también es cierto, es que Guillermo Almada lleva tres años y medio dirigiendo al darsenero a diferencia de los seis partidos que lleva Gustavo Bueno como técnico de Fénix.
Con esto apunto a la paciencia que debemos tener con nuestro cuadro. Está claro que extrañamos la seguridad y experiencia de Luis Mejía, la clase de Martín Liguera pero la realidad es que hoy en día no están. Somos los que estamos y punto.
El domingo jugamos ante el vigente campeón que, más allá de no venir bien, es un rival sumamente complicado. Una vez más, los futbolistas a jugar, el técnico a pensar y nosotros a alentar.
¡No Baja!