Volvió el fóbal. Lo más importante de lo menos importante, dicen algunos. Luego de la pausa por el acto eleccionario, retornamos a la preocupación de todas las horas de los uruguayos y uruguayas.

¿Fue penal? ¿Era offside? ¿Podrá hacer un cambio de frente Espino? Algunas de estas interrogantes no tendrán respuesta, ahí radica su magia.

En estos dos últimos partidos Nacional demostró que está para ganar. Eficiente, paciente, decidido (no, no me volví JC y busco sinónimos por doquier) y con genialidades como la chilena de Jopito Alonso contra Rentistas.

Ahora se nos viene Fénix, con un técnico que nos conoce y no va a salir a quedarse en la chiquita. Es imprescindible ganar para llegar al clásico con la mentalidad adecuada.

Hay que ver cómo vuelven los muchachos lesionados, yo no me apuraría a sustituir a los que vienen jugando, que lo vienen haciendo muy bien. De cualquier modo, siempre podemos contar con que el Guti va a poner a Calzada unos minutos, siempre.

Tenemos equipo, técnico y, para alegría propia o envidia ajena, un proyecto de ampliación del Parque Central autosustentado. A pesar de los dirigentes que días antes del remate se tiraban con munición pesada, la afición demostró que lo que engrandece a nuestra institución es la seriedad y compromiso de sus asociados, por encima de todas las cosas.

Se palpita el clásico, pero primero Fénix. Vamos nosotros.