Tony güelcom bac
Frase que se pronunció cuando recibimos a un hijo pródigo del club, probablemente el mejor extranjero que haya vestido nuestra camiseta.
Cuando vino por primera vez a nuestra institución, hace un par de años, era un humilde muchacho de apenas 1.96 metros de altura y unos tímidos 93 kgs de prácticamente solo fibra. Con medias que no combinaban con sus championes, a puro talento, jugó grandes partidos, nos cautivó, nos sedujo, nos invitó a salir, nos regaló flores y chocolates. Pero solo aceptamos las flores, los chocolates provocan acné, engordan y dan un poquito de alergia a veces.
Hoy y por temas económicos nada más, no pudimos tener de nuestro lado al Dios Negro: Anthony Danridge.
Y el partido contra Defensor no fue uno más. Porque él, estaba del otro lado. Medalla, plaqueta, camiseta enmarcada, y lo que más importa y donde se ve el esfuerzo de los hinchas: merecido cántico que dejó a alguno afónico antes del arranque del partido y una bandera casera para homenajearlo.
Sin embargo, ser hincha de la roja del mercado, era un contraste dado el cariño que le tenemos a Tony. Por lo que, dentro de lo mejor que se podía, le deseamos lo peor. Es decir, que no haga cuarenta puntos, pero que sí haga los suficientes como para que siga jugando en Defensor un par de partidos más y evitar que sea cortado. Y la cosa empezó prometedora tanto para Tony como para los hinchas: un par de tiros errados y malos pases que se intercalaban con goles esporádicos.
Finalmente, hicimos un gran partido en lo colectivo, pero perdimos 67 - 77. Sabor amargo para tan lindo recibimiento como hace mucho no se veía por el Mercado.
Pánico Escénico
La televisación ya no es lo nuestro. La Liga pasada fue cábala no ser televisados. Sin embargo, en esta temporada parece que nos viene pánico escénico cada vez que Tamborini, Jokas, Abracinskas o Galicchio, pisan nuestro reciento. Y no es para menos, un tipo como Galicchio que está todo el dia con estadísticas del básquetbol, mete miedo a cualquiera.
Nos tocó Hebraica para la TV y perdimos feo: 64 - 86. Pero, como siempre, en estas columnas se trata de rescatar algo positivo dentro de lo malo. Y lo positivo es… Que como pequeña gran institución que somos, siempre tratamos de hacer un humilde aporte al básquetbol nacional mostrando jugadores.
Fue en los comienzos del básquetbol nacional donde un Nelson “Fogata” Demarco derrochaba talento; años más cercanos muestran nombres: Claudio “Pata” Pereira, Pablo Viera, Álvaro Taibo, Fernando Martínez, o al igual que nuestros jóvenes valores Hernán Pita, Juan Ignacio Savariz o Marcelo Santos (todos jugadores del club con espacios contratados y pagos en esta columna para ser nombrados sin aparente razón o sentido alguno).
El sábado contra Hebraica, dimos un gran ejemplo como club que desarrolla y hace jugar a jugadores jóvenes. Este partido sirvió para que los pibes se muestren, se den a conocer al gran público de la Liga Uruguaya, así la gente pudo observar su talento, su calidad, y el gran juego colectivo e individual de cada jugador joven y con futuro de... Hebraica y Macabi.
El próximo partido es para los nostálgicos del club que van a recordar y ver enfrente a quien fuese el rival clásico de nuestro club: Goes.
Hoy y por temas económicos nada más, no pudimos tener de nuestro lado al Dios Negro: Anthony Danridge.
Y el partido contra Defensor no fue uno más. Porque él, estaba del otro lado. Medalla, plaqueta, camiseta enmarcada, y lo que más importa y donde se ve el esfuerzo de los hinchas: merecido cántico que dejó a alguno afónico antes del arranque del partido y una bandera casera para homenajearlo.
Sin embargo, ser hincha de la roja del mercado, era un contraste dado el cariño que le tenemos a Tony. Por lo que, dentro de lo mejor que se podía, le deseamos lo peor. Es decir, que no haga cuarenta puntos, pero que sí haga los suficientes como para que siga jugando en Defensor un par de partidos más y evitar que sea cortado. Y la cosa empezó prometedora tanto para Tony como para los hinchas: un par de tiros errados y malos pases que se intercalaban con goles esporádicos.
Finalmente, hicimos un gran partido en lo colectivo, pero perdimos 67 - 77. Sabor amargo para tan lindo recibimiento como hace mucho no se veía por el Mercado.
Pánico Escénico
La televisación ya no es lo nuestro. La Liga pasada fue cábala no ser televisados. Sin embargo, en esta temporada parece que nos viene pánico escénico cada vez que Tamborini, Jokas, Abracinskas o Galicchio, pisan nuestro reciento. Y no es para menos, un tipo como Galicchio que está todo el dia con estadísticas del básquetbol, mete miedo a cualquiera.
Nos tocó Hebraica para la TV y perdimos feo: 64 - 86. Pero, como siempre, en estas columnas se trata de rescatar algo positivo dentro de lo malo. Y lo positivo es… Que como pequeña gran institución que somos, siempre tratamos de hacer un humilde aporte al básquetbol nacional mostrando jugadores.
Fue en los comienzos del básquetbol nacional donde un Nelson “Fogata” Demarco derrochaba talento; años más cercanos muestran nombres: Claudio “Pata” Pereira, Pablo Viera, Álvaro Taibo, Fernando Martínez, o al igual que nuestros jóvenes valores Hernán Pita, Juan Ignacio Savariz o Marcelo Santos (todos jugadores del club con espacios contratados y pagos en esta columna para ser nombrados sin aparente razón o sentido alguno).
El sábado contra Hebraica, dimos un gran ejemplo como club que desarrolla y hace jugar a jugadores jóvenes. Este partido sirvió para que los pibes se muestren, se den a conocer al gran público de la Liga Uruguaya, así la gente pudo observar su talento, su calidad, y el gran juego colectivo e individual de cada jugador joven y con futuro de... Hebraica y Macabi.
El próximo partido es para los nostálgicos del club que van a recordar y ver enfrente a quien fuese el rival clásico de nuestro club: Goes.