Se te va a extrañar “Negro”
Se fue un pedacito de Capurro. Dijo adiós una pluma de Fénix. ¡Salú “Negro! Nos estamos viendo.
Foto: @CAFenix_
Es difícil saber cómo empezar esta columna. Créanme que redacté y borré cientos de inicios y frases de arranque. No quiero caer en el lugar común de destacar las virtudes de la persona que ya no está, sin embargo me encantaría destacar todo lo que significó para el club.
Intentaré resumirlo de la siguiente manera y contaré una anécdota que me pasó con el “Negro”. Todos soñamos jugar en Fénix, todos alguna vez quisimos estar del otro lado del alambrado defendiendo los colores de nuestro club. Por las noches nos imaginamos jugadas imposibles, algunos sueñan con ese gol en la hora, otros con un tranque en la mitad de la cancha y también están los que se revuelcan atajando esa pelota imposible.
Nelson Acosta fue para Fénix, lo que todos los hinchas quisimos ser. Era el hincha que jugaba. Y cuando se retiró, dedicó su vida al club. Su casa fue Fénix, decidió pasar su tiempo al lado del equipo que tanto amó. El “Negro” fue y será Capurro, su grandeza estará siempre ligada al barrio.
No era el tipo más simpático, tampoco el que te afilaba o te decía que estaba todo bien. Todo lo contrario. Esa postura siempre la admiré.
Un día el “Negro” me vio en la cancha y me preguntó por qué no iba con la camiseta de Fénix. Yo no tenía ningún problema económico que me impidiera comprar la camiseta ni nada por el estilo, simplemente no la tenía. “No tengo la de Fénix” le respondí con la inocencia de un gurí de 12 años. Se rió, fue hasta el vestuario y me trajo la camiseta de un jugador. “Tomá, es para vos” me dijo. Lo miré con una sonrisa que no me entraba en la cara, le abrí los ojos a mi tía (La “Chola”) sin saber que decirle. ¡Tenía la camiseta de Fénix y encima era de un jugador!
Estoy seguro que cada uno tiene un cuento con el “Negro”. Los invito a compartirlos ya que considero que esa es la mejor manera de recordarlo.
De nada sirve hablar de fútbol cuando pasan estas cosas. Quizás a alguien le importe la derrota con Nacional y siga enroscado con que hay que cambiar al técnico, que hay jugadores que no rinden, etc. A mi sinceramente, a partir del mediodía del lunes, todo eso pasó a importarme muy poco y hasta me olvidé del traspié ante Nacional. Para ser sincero, me chupó un huevo.
Hay muchos Nelson Acosta en el fútbol uruguayo, cientos de héroes invisibles que dedican cada día de su vida al club que tanto aman. Esos que no salen en la tele ni aparecen en la foto, pero que sin su trabajo nada sería posible. Cada equipo tiene el suyo. Caminan todos los días por la calle del barrio sin llamar la atención. Por eso acordate, nunca es tarde para agradecerles todo lo que han hecho, un simple gracias, un sincero saludo, lo que sea. Se lo merecen.
Hoy tu barrio, el cuadro que tanto quisiste y los hinchas de antes y de ahora te regalan el último grito. ¡No Baja, “Negro”! ¡No Baja!
Intentaré resumirlo de la siguiente manera y contaré una anécdota que me pasó con el “Negro”. Todos soñamos jugar en Fénix, todos alguna vez quisimos estar del otro lado del alambrado defendiendo los colores de nuestro club. Por las noches nos imaginamos jugadas imposibles, algunos sueñan con ese gol en la hora, otros con un tranque en la mitad de la cancha y también están los que se revuelcan atajando esa pelota imposible.
Nelson Acosta fue para Fénix, lo que todos los hinchas quisimos ser. Era el hincha que jugaba. Y cuando se retiró, dedicó su vida al club. Su casa fue Fénix, decidió pasar su tiempo al lado del equipo que tanto amó. El “Negro” fue y será Capurro, su grandeza estará siempre ligada al barrio.
No era el tipo más simpático, tampoco el que te afilaba o te decía que estaba todo bien. Todo lo contrario. Esa postura siempre la admiré.
Un día el “Negro” me vio en la cancha y me preguntó por qué no iba con la camiseta de Fénix. Yo no tenía ningún problema económico que me impidiera comprar la camiseta ni nada por el estilo, simplemente no la tenía. “No tengo la de Fénix” le respondí con la inocencia de un gurí de 12 años. Se rió, fue hasta el vestuario y me trajo la camiseta de un jugador. “Tomá, es para vos” me dijo. Lo miré con una sonrisa que no me entraba en la cara, le abrí los ojos a mi tía (La “Chola”) sin saber que decirle. ¡Tenía la camiseta de Fénix y encima era de un jugador!
Estoy seguro que cada uno tiene un cuento con el “Negro”. Los invito a compartirlos ya que considero que esa es la mejor manera de recordarlo.
De nada sirve hablar de fútbol cuando pasan estas cosas. Quizás a alguien le importe la derrota con Nacional y siga enroscado con que hay que cambiar al técnico, que hay jugadores que no rinden, etc. A mi sinceramente, a partir del mediodía del lunes, todo eso pasó a importarme muy poco y hasta me olvidé del traspié ante Nacional. Para ser sincero, me chupó un huevo.
Hay muchos Nelson Acosta en el fútbol uruguayo, cientos de héroes invisibles que dedican cada día de su vida al club que tanto aman. Esos que no salen en la tele ni aparecen en la foto, pero que sin su trabajo nada sería posible. Cada equipo tiene el suyo. Caminan todos los días por la calle del barrio sin llamar la atención. Por eso acordate, nunca es tarde para agradecerles todo lo que han hecho, un simple gracias, un sincero saludo, lo que sea. Se lo merecen.
Hoy tu barrio, el cuadro que tanto quisiste y los hinchas de antes y de ahora te regalan el último grito. ¡No Baja, “Negro”! ¡No Baja!