Buscando mi huella

El deporte, reflejo de la vida.

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Foto: Facebook La Vela Puerca
 "Tengo una banda amiga que me aguanta el corazón, que siempre está conmigo tenga o no tenga razón".

El club Los Titanes-La Tuna explotaba en acordes, humo, cerveza por los aires y fiesta. PDA estaba ahí, o la mayoría del grupo. Ese grupo que, como lo dice la letra, siempre está conmigo tenga o no tenga razón.

Sonaba "Por la ciudad" y la gente se abrazaba brindando por la amistad, por su grupo de amigos, por lo vivido, por estar ahí tal vez por primera vez, o tal vez cumpliendo con su religiosa necesidad de estar siempre. Con su bandera herida por tantas guerras, con su remera destrozada por el uso o con ese distintivo que lo convierte en alguien único.

Desde un costado de la multitud miré a Nachito y Facu, dos de los grandes valores de PDA, y ahí estaban, en el medio del pogo, gozando, uno a caballito del otro. El de arriba con el gorro de PDA agarrado en su mano en alto, con la fuerza necesaria para demostrar que es más que simples pedazos de tela cocidos. Que no es una mera protección del sol, sino que es un símbolo, nuestro símbolo, el que nos hace seguir para adelante, a pelear, a ir hacia dónde sea, espalda con espalda. Porque si hay que morir, vamos a morir con una sonrisa y peleando uno al lado del otro.

Un gorro que brillaba en el medio de la multitud, como una diminuta bolsa blanca que se destaca en un enorme mar embravecido. Pero firme, sin miedo a nada, a sabiendas que detrás tiene un grupo que lo apoya, que lo va a usar con la mayor de las sonrisas y el más grande de los orgullos.

Porque es nuestro gorro, nuestra camiseta, nuestro emblema, el que llevamos en el pecho y el que vamos a defender como sea, cuando sea y contra quien sea. Porque de eso se trata PDA para nosotros.

Como en el deporte que nos toca cubrir, como esos hinchas que siguen a su equipo donde sea, transpirando más que los propios jugadores. Llorando si hay que llorar, peleando si hay que pelear, alentando si hay que alentar.

Hoy, más que nunca, entiendo la importancia de los grupos, de la unión y del pelear codo a codo, en el deporte y en la vida. Es la única receta conocida para obtener resultados, y muchas veces lo remarcan los jugadores de fútbol al momento de hacerles una entrevista, casi como sin poder sacarse el cassette.

Resultados que no significan victorias, o sí… Si una sonrisa y una caricia en el alma cuenta como un partido ganado.

El deporte es un reflejo de la vida. Uno vuelca sus enseñanzas en una cancha y eso se ve de afuera. Si un equipo tira siempre para el mismo lado, con la misma fuerza y las mismas ganas, los resultados van a llegar. Tal vez eso quiso enseñar el “Maestro” con esta selección, o quieren demostrar los ciclistas con sus equipos, o las jugadoras de handball o hockey al momento de llorar juntas luego de una clasificación. La importancia de formar un grupo, un equipo.

Un equipo que, casi sin darse cuenta, comienza a sentirse un grupo de amigos y, de repente, una familia. Y no hay nada más lindo en el deporte que ir encontrando esa familia que nos va dejando una huella.

"Las buenas ya van a venir" cantan muchas veces en la cancha, esperando un título o una clasificación. 'Buenas' es tener una banda amiga que me aguante el corazón... Y vaya si la tengo, una que ya dejó huella.

Que en este año que empieza, mi deseo y el de todo PDA es que cada uno encuentre su huella, en el deporte, en la música, en la vida… ¡Salú!