Hasta luego, Fito
Barán se va con la tranquilidad de que no solamente cumplió, sino que cambió la historia de los bichos colorados.
Después de haber descendido rápidamente en la temporada 2011/2012, supongo que, como cualquier hincha, empecé a pensar en que cosas me gustarían que se hagan en el club para poder cambiar.
Ya no quería lo que venía pasando hace tiempo: rejuntes de jugadores que estaban de pasada, que no tenían cabida en otros equipos y por lo general no trascendían, y si se daba algún caso que anduvieran bien, se volvían a sus equipos sin dejar un peso.
Quería un borrón y cuenta nueva, dejar de pensar en lo inmediato y que se haga un proceso que genere una base sólida, que se recupere una identidad.
Esas cosas que quería para mi club ocurrieron, incluso superando mis expectativas y las de la mayoría. Se inició un proceso encabezado por Fito Barán, hombre de la casa, en el cual no se pensaba en el "ya" sino en el mediano o largo plazo.
La idea planteada no fue ascender inmediatamente, sino contratar jugadores jóvenes que puedan armar una base sólida a futuro y complementando con jugadores de formativas, quienes hace unos años vienen creciendo a gran ritmo.
Todo esto no quedó solo en palabras. Llegaron varios jugadores jóvenes que no conocíamos pero que dieron muy buenos resultados, y de a poco se le empezó a dar cabida a juveniles que fueron apareciendo, cosa que no sucedía hace mucho.
Con mucho trabajo y poco presupuesto, los cambios se empezaron a ver y el éxito deportivo llegó mucho antes de lo esperado. Logramos un ascenso el primer año superando a equipos que habían armado grandes planteles y, una vez instalados en la A, hicimos un tremendo Apertura, siendo verdugo de grandes equipos y sumando una cantidad de puntos tan buena que dejamos de pensar en el descenso y nos pusimos a soñar más.
En el Clausura confirmamos la gran campaña, otra vez disfrutamos de victorias ante rivales de renombre y como premio logramos cumplir el sueño de participar una copa internacional.
Nos tocó un grande del continente y quedamos afuera con una digna actuación, obteniendo una victoria en Paraguay ante Cerro Porteño que no fue suficiente para pasar de ronda, pero quedó marcada en el corazón de los hinchas del bicho.
Capaz que el último Apertura no fue tan bueno para los bicheros, pero si no lo fue no es por los números, ni por la tabla, porque mirándolo fríamente estamos cómodos. La cuestión es que nos pusimos más exigentes, aspiramos a más y eso es bueno.
Pero lo que no es bueno es no tener memoria, olvidarse de donde estábamos hace unos poquitos años y recordar todas las alegrías que nos dio Fito con este plantel. Algunas decisiones que capaz no nos gustaban: que tal jugó muy poco, que tal jugó demasiado.
Pero bueno, estamos en un país donde somos más de tres millones de DT, pero solo unos pocos ven lo que pasa en la semana. Además, mirando los resultados en general, esos detalles solo quedan para la anécdota.
Obviamente no fue solo Barán el artífice de todo esto, pero sí fue una pieza fundamental. Y una muestra de que con trabajo y seriedad se puede lograr mucho.
Hoy decide dar un paso al costado por el bien de Rentistas, tuvo la grandeza de hacerlo al aceptar una situación que el no puede cambiar, y se va por la puerta grande. Con la tranquilidad de que no solamente cumplió, sino que cambió la historia de los bichos colorados.
Ya no quería lo que venía pasando hace tiempo: rejuntes de jugadores que estaban de pasada, que no tenían cabida en otros equipos y por lo general no trascendían, y si se daba algún caso que anduvieran bien, se volvían a sus equipos sin dejar un peso.
Quería un borrón y cuenta nueva, dejar de pensar en lo inmediato y que se haga un proceso que genere una base sólida, que se recupere una identidad.
Esas cosas que quería para mi club ocurrieron, incluso superando mis expectativas y las de la mayoría. Se inició un proceso encabezado por Fito Barán, hombre de la casa, en el cual no se pensaba en el "ya" sino en el mediano o largo plazo.
La idea planteada no fue ascender inmediatamente, sino contratar jugadores jóvenes que puedan armar una base sólida a futuro y complementando con jugadores de formativas, quienes hace unos años vienen creciendo a gran ritmo.
Todo esto no quedó solo en palabras. Llegaron varios jugadores jóvenes que no conocíamos pero que dieron muy buenos resultados, y de a poco se le empezó a dar cabida a juveniles que fueron apareciendo, cosa que no sucedía hace mucho.
Con mucho trabajo y poco presupuesto, los cambios se empezaron a ver y el éxito deportivo llegó mucho antes de lo esperado. Logramos un ascenso el primer año superando a equipos que habían armado grandes planteles y, una vez instalados en la A, hicimos un tremendo Apertura, siendo verdugo de grandes equipos y sumando una cantidad de puntos tan buena que dejamos de pensar en el descenso y nos pusimos a soñar más.
En el Clausura confirmamos la gran campaña, otra vez disfrutamos de victorias ante rivales de renombre y como premio logramos cumplir el sueño de participar una copa internacional.
Nos tocó un grande del continente y quedamos afuera con una digna actuación, obteniendo una victoria en Paraguay ante Cerro Porteño que no fue suficiente para pasar de ronda, pero quedó marcada en el corazón de los hinchas del bicho.
Capaz que el último Apertura no fue tan bueno para los bicheros, pero si no lo fue no es por los números, ni por la tabla, porque mirándolo fríamente estamos cómodos. La cuestión es que nos pusimos más exigentes, aspiramos a más y eso es bueno.
Pero lo que no es bueno es no tener memoria, olvidarse de donde estábamos hace unos poquitos años y recordar todas las alegrías que nos dio Fito con este plantel. Algunas decisiones que capaz no nos gustaban: que tal jugó muy poco, que tal jugó demasiado.
Pero bueno, estamos en un país donde somos más de tres millones de DT, pero solo unos pocos ven lo que pasa en la semana. Además, mirando los resultados en general, esos detalles solo quedan para la anécdota.
Obviamente no fue solo Barán el artífice de todo esto, pero sí fue una pieza fundamental. Y una muestra de que con trabajo y seriedad se puede lograr mucho.
Hoy decide dar un paso al costado por el bien de Rentistas, tuvo la grandeza de hacerlo al aceptar una situación que el no puede cambiar, y se va por la puerta grande. Con la tranquilidad de que no solamente cumplió, sino que cambió la historia de los bichos colorados.