El arte de liderar

El liderazgo como rol clave en los equipos deportivos.

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Columna en base a la audición de 13 a 0 (810 AM El Espectador) el día 08/02/14.

El concepto de liderazgo tiene mucho que ver con el de personalidad, así como con el de roles en un grupo. El de liderar es uno de tantos roles que deben existir y ser aceptados para que un equipo funcione como tal, pero no cualquiera tiene la capacidad de liderar, y mucho menos de hacerlo exitosamente.

Antes que nada, definamos, ¿qué es liderar? Apoyándonos en Murray y Mann (1998), decimos que “es el proceso conductual de influenciar individuos y grupos hacia el logro de objetivos”. Aquí se destacan tres conceptos clave:
  • Es un proceso.  Es decir, no es algo estático, sino que se va dando, se va modificando.  Un liderazgo se construye y también se puede ir perdiendo.
  • Busca influenciar.  Si el líder no es seguido por otros, no es líder.  Pero esta influencia no es por obligación, sino por convencimiento.
  • Hacia objetivos.  El líder sabe hacia dónde va, qué quiere lograr con ese equipo. Y también es capaz de trazar el camino y el ambiente ideal para llegar hasta allí.
Caracterizar un líder es siempre complicado, porque un líder ideal tiene muchísimas características. Si cada uno piensa, coincidirá en que debe ser confiable, empático, justo, coherente, creativo, respetuoso, detallista, atento a todos, debe conocer a los suyos, saber escuchar y saber llegar a cada uno, y mucho más. Debe motivar, capacitar, supervisar.

Pero yo haría hincapié en algo que es fundamental y resume varios de los puntos anteriores: debe ser muy bueno manejando las habilidades de comunicación, en todos sus sentidos. Lo verbal y lo no verbal, los gestos y miradas, las palabras y los silencios; y principalmente la coherencia entre lo que dice y lo que hace, ya que el doble discurso lo haría poco creíble.

A todo esto, siempre surge la pregunta… ¿líder se nace o se hace? La teoría ha ido de un extremo a otro. El enfoque de rasgos defendía lo innato, los líderes tienen ciertos rasgos de personalidad que les dan este rol, como la extroversión. Por otro lado, el enfoque de conductas afirma que todo es aprendido, y el líder se convierte en tal cuando desarrolla sus habilidades como la empatía, la comunicación, etc. Como siempre, entre estos dos extremos, la realidad está en un punto medio. El líder tiene rasgos innatos y habilidades adquiridas. Lo que sí es cierto es que, cuanto más tenga innato, menos tendrá que trabajar para convertirse en líder.

Hay otra perspectiva que me parece muy real e interesante, y es la denominada situacional. Lo que nos revela esta visión, es que el líder depende de la situación, del grupo, del momento. Hay líderes muy buenos para grupos de jugadores experientes y no de jóvenes, y viceversa. Hay líderes mejores para trabajar con mujeres que con hombres, y viceversa. Hay líderes que lo son en grupos chicos, y no tanto en grupos más numerosos. Hay líderes que aparecen en momentos de crisis, y otros que lo son más en momentos de distensión.

¿Hay distintos tipos de líderes?  Sí, sin dudas.  Existen líderes grupales. Existen líderes deportivos, que lo son dentro de la cancha por su juego, pero no fuera de ella ya que no les gusta o no tienen habilidades para ese rol. Hay líderes sociales, que se ocupan de la “vida social” del grupo, las reuniones, las salidas, y cuyo rol también es más que importante. Puede haber varios líderes, es conveniente que así sea, lo importante es que vayan en la misma dirección, que tengan los mismos objetivos. De lo contrario, la dinámica de grupos comenzará a tener conflictos, resistencias, choques, que seguramente no serán provechosos para el grupo.

Para ir cerrando, siempre se habló de estilos de liderazgo. Líderes democráticos, autoritarios o permisivos. Pero hoy día se sabe que lo mejor no es un estilo en particular, sino adoptar ese estilo de acuerdo a la decisión que se deba tomar. Hay decisiones que necesitan ser autoritarias, y otras que pueden ser democráticas y así tendrán mejor aceptación en el grupo. El buen líder sabe manejar estos estilos de acuerdo con la situación, y esa es otra de las claves para liderar exitosamente.

En resumen, el liderazgo es un rol fundamental dentro de la dinámica de cualquier grupo, y el buen líder ayuda muchísimo a que podamos tener un equipo que tenga un cohesión, objetivos e identidad. Por ello, es fundamental ayudar a que los líderes se desarrollen, que desde las divisiones formativas enseñemos a liderar a aquellos que tienen deseos de hacerlo, para que puedan ser líderes positivos y ayuden en el día a día de sus equipos.