Cinco minutos
No sin antes pasar zozobras innecesarias, volvimos al triunfo este domingo en coloso de Sayago.
Lo cierto del partido pasado es que el resultado no le hace justicia al trámite de la mayoría del cotejo. Titulares, Trindade y Cayetano en el equipo de Alonso. Ambos de buen rendimiento.
Después el lateral se olvidó un poco de subir y Cayetano se metió tan atrás que terminó jugando casi pegado a la línea de zagueros, dejando un hueco en el medio. Circunstancias del juego, quizás.
Cuando parecía que mermaba un poco el dominio encontramos un muy buen gol. Una jugada muy bien concebida que después de un par de toques terminó en el lateral derecho para que justamente Lalo levante un centro para Affonso, de otra vez alto rendimiento, para que este último la cruce de cabeza y abra el tanteador.
Al poco tiempo de esto, seguían llegando las jugadas de peligro del local, y en un desborde por derecha de Mauricio, enganchó y remató de zurda desde el vértice del área para convertir un verdadero golazo. Ganábamos por dos goles justificadamente frente al casual puntero del torneo.
Francamente no puedo decir que haya visto nada en el segundo tiempo que haya anticipado que podíamos llegar a sufrir sobre el final del partido. No con esto quiero decir que estemos en nuestro nivel más alto, porque no lo creo así, pero siempre tuvimos la supremacía futbolística y hasta física.
Varias chances tuvimos de aumentar la ventaja y cerrar el partido. De hecho, generamos más de diez chances de gol, pero volvimos a fallar en la definición.
Así y todo, cinco minutos de distracciones y desconcentración sobre el final estuvieron a punto de costarnos carísimo. Un rebote después de un remate al arco y un centro al segundo palo le valieron a la visita un empate que no se veía por ningún lado. No nos pueden pasar estas cosas contra un equipo que estaba física y futbolísticamente agotado como Atenas, que para colmo, jugaba con 10 por la expulsión de Torres, que se cansó de pegarle a Agustín.
Pero nos pasó. Por suerte supimos reaccionar a tiempo, y un Racing que no es ajeno a ganar en la hora nos volvió a dar esa alegría cuando Niccolini le puso un centro a Rata Martiñones, de esos que son un pase a la cabeza, para que el delantero la ponga abajo y defina las acciones.
A excepción de esos minutos fatales en los que inexplicablemente perdimos el norte, el partido nos tiene que dejar relativamente conformes. Quedará aprender de esos errores y seguir por esta senda.
El fin de semana nos enfrentará a Juventud, uno de los pocos equipos que nos sacó puntos en el campeonato pasado.
Nos vemos en Las Piedras.
Después el lateral se olvidó un poco de subir y Cayetano se metió tan atrás que terminó jugando casi pegado a la línea de zagueros, dejando un hueco en el medio. Circunstancias del juego, quizás.
Cuando parecía que mermaba un poco el dominio encontramos un muy buen gol. Una jugada muy bien concebida que después de un par de toques terminó en el lateral derecho para que justamente Lalo levante un centro para Affonso, de otra vez alto rendimiento, para que este último la cruce de cabeza y abra el tanteador.
Al poco tiempo de esto, seguían llegando las jugadas de peligro del local, y en un desborde por derecha de Mauricio, enganchó y remató de zurda desde el vértice del área para convertir un verdadero golazo. Ganábamos por dos goles justificadamente frente al casual puntero del torneo.
Francamente no puedo decir que haya visto nada en el segundo tiempo que haya anticipado que podíamos llegar a sufrir sobre el final del partido. No con esto quiero decir que estemos en nuestro nivel más alto, porque no lo creo así, pero siempre tuvimos la supremacía futbolística y hasta física.
Varias chances tuvimos de aumentar la ventaja y cerrar el partido. De hecho, generamos más de diez chances de gol, pero volvimos a fallar en la definición.
Así y todo, cinco minutos de distracciones y desconcentración sobre el final estuvieron a punto de costarnos carísimo. Un rebote después de un remate al arco y un centro al segundo palo le valieron a la visita un empate que no se veía por ningún lado. No nos pueden pasar estas cosas contra un equipo que estaba física y futbolísticamente agotado como Atenas, que para colmo, jugaba con 10 por la expulsión de Torres, que se cansó de pegarle a Agustín.
Pero nos pasó. Por suerte supimos reaccionar a tiempo, y un Racing que no es ajeno a ganar en la hora nos volvió a dar esa alegría cuando Niccolini le puso un centro a Rata Martiñones, de esos que son un pase a la cabeza, para que el delantero la ponga abajo y defina las acciones.
A excepción de esos minutos fatales en los que inexplicablemente perdimos el norte, el partido nos tiene que dejar relativamente conformes. Quedará aprender de esos errores y seguir por esta senda.
El fin de semana nos enfrentará a Juventud, uno de los pocos equipos que nos sacó puntos en el campeonato pasado.
Nos vemos en Las Piedras.