Esta vez, Uruguay agarró la calculadora antes de comenzar el Mundial. Pero no para ver si pasamos de ronda, sino para calcular si Luis Suárez llegará o no al debut de Uruguay ante Costa Rica. En pocos días, nos hemos especializado en medicina y discutimos más sobre artroscopias y meniscos, que sobre la lista definitiva del Maestro Tabárez.

Y no somos los únicos. Colombia lo vive con Radamel Falcao, y Chile con Arturo Vidal. Alemania espera por Sami Khedira y España por Diego Costa. Theo Walcott de Inglaterra no llegará. Si seguimos, Camerún perdió al ex-Nacional Pierre Webó; la propia Colombia a Edwin Valencia; Croacia a Niko Kranjcar; y Holanda nada menos que a Rafael van der Vaart. Y la lista podría continuar.

Sin duda, las lesiones son un tema que está de moda. Y entonces vale preguntarse… ¿la cabeza tiene algo que ver con las lesiones? ¿O son algo puramente físico?

Sin negar la importancia de la parte física, debemos decir que la mente juega un rol clave tanto en la prevención de lesiones como en la recuperación de las mismas.

En lo que respecta a la prevención, los factores psicológicos que inciden se pueden dividir en:

- Condicionamientos personales, que derivan de la personalidad y las experiencias previas del deportista. Aquí están principalmente el ser muy ansioso, la falta o exceso de motivación, baja autoconfianza, estados de ánimo negativos, etc.

- Factores de estrés a los que está sometido el deportista, tanto en la competencia como en el entrenamiento, así como su exposición pública o los cambios a los que deba adaptarse (ej.: cambio de club). Es importante decir que no es la situación la que genera el estrés, sino la interpretación cognitiva que hace el deportista de dicha situación, lo cual le generará una serie de cambios fisiológicos.

En ambos casos, cuando el deportista juega tenso o desconcentrado, el riesgo de lesión aumenta.

Por el lado de la recuperación, la psicología ayuda mucho, especialmente para que el deportista recupere la confianza en el miembro lesionado. Es bastante común que cuando un jugador vuelve de la lesión tenga miedo de resentirse, y para ello evite los movimientos de riesgo, o evite especialmente el movimiento en el cual se lesionó. A través de técnicas como la visualización, el Psicólogo del Deporte aprovecha el tiempo de recuperación para ir preparando al deportista para su reintegro al deporte.

Además, el Psicólogo del Deporte puede acompañar el estado anímico del deportista durante el tiempo que se mantiene sin entrenar a la par de sus compañeros, durante el cual habitualmente se siente “poco útil” y sin saber qué hacer por haber sido alterada su rutina habitual. Este estado de ánimo negativo va contra la recuperación, por lo que es importante sustituir esos pensamientos y buscar que el deportista se establezca metas –en conjunto con el médico y/o fisioterapeuta– que pueda ir cumpliendo para ver cómo su recuperación avanza de manera positiva.

Para terminar, muchas veces nos consultan sobre la “coincidencia” de lesiones en partidos decisivos o antes de competencias importantes. Podemos ver claramente el ejemplo de Diego Costa, quien debió salir a los pocos minutos en los dos partidos decisivos de Atlético Madrid porque arrastraba una lesión muscular.

Aquí muchas veces se da lo que Marcelo Roffé llama “válvula de escape”. La lesión, de manera no conciente, sirve al deportista para salir de una realidad que no logra manejar y le incomoda. No es que pida el cambio sin tener nada, sino que su alto nivel de estrés termina desbordándolo y la lesión es la forma de escapar de esa situación. La otra forma de escapar, que también se ve algunas veces, es la expulsión.

En el caso de Suárez, podríamos encontrar un matiz de esta situación. Si mantenemos el optimismo y pensamos que llegará y jugará, lo que está logrando (siempre de forma no conciente) es quitarse la presión con que llegaba a la Copa del Mundo. En vez de llegar siendo la estrella, llegará con una tolerancia mucho mayor por parte del público, y si no anda bien, eso podrá justificarse en esta lesión. Una situación muy similar a la que vivió Cristiano Ronaldo en la final de la Champions League.

En resumen, la Psicología del Deporte tiene mucho para aportar, tanto para fortalecer al jugador de forma que pueda afrontar las situaciones de presión de forma positiva, como para ayudar en la recuperación en el caso de deportistas lesionados. Y en estos casos, siempre recordar que el mejor abordaje será el interdisciplinario.