La moral puertas afuera
Cuando la sanción es contra la persona.
Foto: fifa.com
¿Cómo se define un individuo? ¿Qué contesta uno cuando le piden que se presente? Uno dice: soy estudiante, abogado, obrero, marinero, ingeniero químico o mecánico dental.
Parte de lo que conforma a un individuo es su principal actividad, sea un trabajo, una profesión o una actividad académica. Si esa actividad además se desarrolla con vocación y repercute en los otros ambientes de su vida, es un componente importante de lo que nos distingue a cada uno.
Suárez es futbolista, es su vocación, es su manera de vivir. Es por lo que luchó, el medio que tuvo para conseguir el amor de su vida, es la actividad a la que le ha dedicado la gran mayoría de su tiempo.
La FIFA y su sanción pretenden que Suárez no sea nadie por cuatro meses. Pretender borrar lo que caracteriza a un individuo.
Puede parecer exagerado pero hay que detenerse un minuto y ponerse en el lugar del otro. Yo soy periodista (o pretendo serlo), la sanción de Suárez equivale a que yo no pueda publicar por cuatro meses, pero no solo eso, no puedo ni siquiera escribir en otro lado.
Y más allá: ni siquiera podría leer nada, porque la FIFA de los periodistas me prohibiría acercarme a un libro publicado por ellos y también utilizar la web. La FIFA prohíbe a Suárez acercarse a un estadio (su lugar de trabajo) y cualquier instalación deportiva por cuatro meses. Lo confina a la soledad más absoluta, porque no existe fútbol profesional por fuera de FIFA.
Estuvo mal sin importar si fue un mordisco, un intento de, o un simple cabezazo. Pero no puedo jamás estar de acuerdo con una sanción que te despoje de lo que sos como individuo.
Y me podrán decir: a un médico lo pueden condenar a dejar de ejercer, perder su calidad de médico. Es verdad, pero si eso acontece es seguramente porque el ejercicio de la profesión hace que corra riesgo la vida de otros, acá no pasa eso.
Los uruguayos nos sentimos muy cómodos perteneciendo a instituciones que renegamos. Es una manera de vivir. Miramos con bastante sospecha a los que hacen carrera dentro de la FIFA, no importa que sean compatriotas.
Capaz que responde a algún tipo de incapacidad. Yo quiero pensar que es una mirada romántica del fútbol, que las cosas se deciden adentro de la cancha y “los de afuera son de palo”. Hay mucha más justicia en el rectángulo de juego que fuera de él. Y eso dice mucho, ya que el fútbol tiende a ser un deporte de lo más injusto.
Nada se podía esperar de una institución que castiga severamente a sus miembros que recurren a la justicia ordinaria, esa justicia que se establece en las declaraciones de DDHH. Dentro de la FIFA todo, fuera de ella nada.
Por eso no se me cruza por la cabeza no ponerme del lado de Suárez. Dénme siempre al héroe caído, al imperfecto, al feo, el que se equivoca. Es un héroe más humano, más real.
He tenido la suerte de pertenecer a delegaciones representando a Uruguay en el exterior, y cuando te tocan a un compañero es como si se metieran con todos (delegación, país). De puertas para adentro habrá algún reproche, para afuera ni una fisura.
Lugano lo dijo: reconocer los errores y seguir. Para Uruguay, el sábado la FIFA tendrá camiseta de Colombia, sin que tengan nada que ver los colombianos. Y luego (si es que hay después) tendrá camiseta de Brasil, y así será por siempre. Es una manera de vivir, no jugamos para agradar a quienes mandan, no nos queda bien ese traje.
De los 12 pasos que todo héroe de tragedia debe recorrer, espero, ansío, que Suárez esté en el 11, el de la resurrección, en el que “el héroe emerge del mundo especial transformado por su experiencia, generalmente para la sorpresa de los habitantes de su mundo ordinario”.
Porque esta selección ha creado la ilusión que todos somos parte del plantel, y en un plantel lo que importan son las personas. FIFA demostró que le importa un carajo la parte humana.
¿Qué se puede esperar de un compañero de plantel más que demostraciones de apoyo hacia afuera?. Elijo dejar de lado lo racional, para afuera, para el mundo. Yo estoy del lado de Suárez.
Creo que fue Carlos Tanco que escribió para Don Timoteo las siguientes líneas:
La moral divide acciones que
están bien y que están mal
Se supone para todos es la misma
Aunque pase casi siempre
que después es diferente dependiendo del momento y de las pintas
La moral puertas adentro es amable y permisiva
Pero para los demás se pone estricta
Si aplicara en mí la misma con la cual yo mido al resto
Hace rato que mi nombre ya estaría
en la lista de enemigos de mi vida
Parte de lo que conforma a un individuo es su principal actividad, sea un trabajo, una profesión o una actividad académica. Si esa actividad además se desarrolla con vocación y repercute en los otros ambientes de su vida, es un componente importante de lo que nos distingue a cada uno.
Suárez es futbolista, es su vocación, es su manera de vivir. Es por lo que luchó, el medio que tuvo para conseguir el amor de su vida, es la actividad a la que le ha dedicado la gran mayoría de su tiempo.
La FIFA y su sanción pretenden que Suárez no sea nadie por cuatro meses. Pretender borrar lo que caracteriza a un individuo.
Puede parecer exagerado pero hay que detenerse un minuto y ponerse en el lugar del otro. Yo soy periodista (o pretendo serlo), la sanción de Suárez equivale a que yo no pueda publicar por cuatro meses, pero no solo eso, no puedo ni siquiera escribir en otro lado.
Y más allá: ni siquiera podría leer nada, porque la FIFA de los periodistas me prohibiría acercarme a un libro publicado por ellos y también utilizar la web. La FIFA prohíbe a Suárez acercarse a un estadio (su lugar de trabajo) y cualquier instalación deportiva por cuatro meses. Lo confina a la soledad más absoluta, porque no existe fútbol profesional por fuera de FIFA.
Estuvo mal sin importar si fue un mordisco, un intento de, o un simple cabezazo. Pero no puedo jamás estar de acuerdo con una sanción que te despoje de lo que sos como individuo.
Y me podrán decir: a un médico lo pueden condenar a dejar de ejercer, perder su calidad de médico. Es verdad, pero si eso acontece es seguramente porque el ejercicio de la profesión hace que corra riesgo la vida de otros, acá no pasa eso.
Los uruguayos nos sentimos muy cómodos perteneciendo a instituciones que renegamos. Es una manera de vivir. Miramos con bastante sospecha a los que hacen carrera dentro de la FIFA, no importa que sean compatriotas.
Capaz que responde a algún tipo de incapacidad. Yo quiero pensar que es una mirada romántica del fútbol, que las cosas se deciden adentro de la cancha y “los de afuera son de palo”. Hay mucha más justicia en el rectángulo de juego que fuera de él. Y eso dice mucho, ya que el fútbol tiende a ser un deporte de lo más injusto.
Nada se podía esperar de una institución que castiga severamente a sus miembros que recurren a la justicia ordinaria, esa justicia que se establece en las declaraciones de DDHH. Dentro de la FIFA todo, fuera de ella nada.
Por eso no se me cruza por la cabeza no ponerme del lado de Suárez. Dénme siempre al héroe caído, al imperfecto, al feo, el que se equivoca. Es un héroe más humano, más real.
He tenido la suerte de pertenecer a delegaciones representando a Uruguay en el exterior, y cuando te tocan a un compañero es como si se metieran con todos (delegación, país). De puertas para adentro habrá algún reproche, para afuera ni una fisura.
Lugano lo dijo: reconocer los errores y seguir. Para Uruguay, el sábado la FIFA tendrá camiseta de Colombia, sin que tengan nada que ver los colombianos. Y luego (si es que hay después) tendrá camiseta de Brasil, y así será por siempre. Es una manera de vivir, no jugamos para agradar a quienes mandan, no nos queda bien ese traje.
De los 12 pasos que todo héroe de tragedia debe recorrer, espero, ansío, que Suárez esté en el 11, el de la resurrección, en el que “el héroe emerge del mundo especial transformado por su experiencia, generalmente para la sorpresa de los habitantes de su mundo ordinario”.
Porque esta selección ha creado la ilusión que todos somos parte del plantel, y en un plantel lo que importan son las personas. FIFA demostró que le importa un carajo la parte humana.
¿Qué se puede esperar de un compañero de plantel más que demostraciones de apoyo hacia afuera?. Elijo dejar de lado lo racional, para afuera, para el mundo. Yo estoy del lado de Suárez.
Creo que fue Carlos Tanco que escribió para Don Timoteo las siguientes líneas:
La moral divide acciones que
están bien y que están mal
Se supone para todos es la misma
Aunque pase casi siempre
que después es diferente dependiendo del momento y de las pintas
La moral puertas adentro es amable y permisiva
Pero para los demás se pone estricta
Si aplicara en mí la misma con la cual yo mido al resto
Hace rato que mi nombre ya estaría
en la lista de enemigos de mi vida