Con o sin tren fantasma

La hincha de Defensor quiere volver al Parque Rodó a como dé lugar contra Peñarol.

10.jpg

La ilusión del partido, las ganas de volver, la alegría del reencuentro. Nada de eso nos alcanzó para sobrellevar el trago amargo de la derrota. Volvimos a Belvedere, una vez más, en un partido que nos hizo madrugar. En los primeros minutos estuvimos buscando algo, pero el resto del partido fue solamente frustrante. El equipo estaba desarmado, no se vio el juego colectivo y se perdieron demasiadas pelotas. De hecho, hubo tan poco juego que me aburre escribir de eso. Defensor jugó mal, y todos lo vimos. Liverpool no fue una maravilla, pero lo aprovechó mejor que nosotros. Y punto, no es para darle mayor trascendencia. Unos terribles noventa minutos en el arranque de un campeonato creo que se nos pueden permitir, siempre y cuando estemos dispuestos a revertirlos.

Ya estoy mirando al domingo que viene, y deseando jugarle de igual a igual a Peñarol. Eso implica obviamente jugar en casa. Las últimas dos veces que fui al Centenario contra Peñarol me prometí a mí misma que no iba a volver, y esta vez sí pienso hacerme caso. Ya comprobamos que jugar en el Estadio Centenario no implica ninguna garantía, y hasta el Franzini se nos hace más seguro. Ojalá se nos dé, porque además, para muchos de nosotros no vuelve lo más lindo del fútbol hasta que volvemos al Parque Rodó. Y estoy esperando ese retorno.