Cumplidos feliz

Domingo de mañana, frío y feriado es la perfecta combinación para ganarle un rato más al sueño de las mini vacaciones que significa los fines de semana. No es una combinación que funcione para ir a ver un partido de fútbol. Pero qué problema hay, juega Danubio. No hay control de expirometría que nos pare, no hay excusa. Y allá fuimos.

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No era un partido más, no era uno cualquiera. Muchas cosas lo hacía un partido particular. Aparte de ir a ver un partido de fútbol estábamos yendo  un cumpleaños. A uno que no se necesita invitación, ya que es nuestra segunda casa. ¡Felices 56 años de vida Jardines del Hipódromo!. Mientras algunos todavía no han puesto su primer ladrillo, nosotros ya nos pasamos las bodas de oro. Hay que avisarle a la dirigencia que para la próxima, en algún momento, no sé, se me ocurre, se le puede dar una mano de pintura a las tribunas. No es mucho pedir. Se trata de cuidar un poco mejor nuestra casa. Nuestra Casa Blanca (y Negra).

Se confirmó, y se selló con la firma, la vuelta del Bolita Lima a su casa. No solo lo digo, lo cumplo. Escuché eso y me emocioné. Pero las lágrimas de emoción se secaron en seguida cuando dijeron que se iba a Grecia. ¿Otra vez lo mismo? Nos están tomando el pelo. Tranquilo, se quedó. No sólo él, también volvió el Cotorra y hoy se me confirmó que Mauro también. Algunos vuelven, otro(s) andan por ahí con otra camiseta.

A esto hay que sumar que el rival era Cerro. La fecha pasada Cerro Largo y la que viene Liverpool. Todos rivales en la tabla que más importa ahora, la del descenso. Que fea suena esa palabra, descenso. Tantas veces acostumbrados a otra cosa que todavía no caigo en esto de estar peleado por no descender. Escalofríos me provoca.

Todo esto hacía del partido una linda actividad dominguera. Y vaya si lo fue. Al punto rescatado en la difícil y no menos bufarrona Melo, hay que sumar estos 3 contra los villeros. Todo suma para campeón, pero más suma para escapar a posibles fantasmas.

De cómo fue el partido se encargarán de hablar los que saben. Esos que llenan los programas deportivos en radios, tele abierta y por cable. Esos que con ver a Nacional y Peñarol todos los fines de semana, por arte de transitiva, saben de todos los cuadros. Esos licenciados dirán lo que dirán.

El equipo ganó y es lo que más me importa. Jugó por momentos bien y por otros mal, como ya estamos acostumbrados. Fabián sigue tranquilo con la pelota, sin miedo. El “Gordo” Quiñones y el “Jona” Álvez ya empiezan a demostrar por qué los fuimos a buscar. Salvador seguro. Dentro de poco ya lo estoy pidiendo para la selección, sin problema alguno.

Se ganó. Eso era lo más importante. Para pensar en la tabla de arriba hay que escapar a la de abajo. En eso estamos, y arrancamos bien.

Nos vemos en Belvedere la próxima. Liverpool, es contigo.