De 0° a 100°
No alcanzaron las heladas para bajar la calentura de los violetas al final del encuentro.
El domingo de noche, luego de finalizado el encuentro, leí que de los siete partidos que nos arbitró Vázquez, no ganamos ninguno. ¿Coincidencia? Capaz. Pero como hincha pasional que soy, no lo voy a ver de esa forma. Nos volvieron a asignar un juez que nos ha perjudicado una y otra vez. En la cancha lo dudé, pero tampoco vi mucho ya que estaba del otro lado del estadio. Vázquez estaba al lado, y creo que cualquier falta media dudosa le hubiese servido para cobrarnos ese penal, a diez segundos del final.
Ahora, también es cierto que si hubiésemos sabido cerrar el partido, esto no pasaba. Por eso, a pesar de la amargura del momento, está bueno bajar la pelota al piso y analizarlo en frío.
Haber vuelto a llevar a Peñarol al Franzini y jugarles de igual a igual me deja muy contenta. Es un orgullo formar parte de una institución que sigue tratando de hacer un fútbol más justo.
Además, creo que hay muchas cosas para rescatar de nuestro juego. Felipe Gedoz jugó para ganarse un lugar en el equipo, Fede Gino entró empecinado en reemplazar a Robert (que no es fácil) y se jugó todo. Me encantó el Cachila y me encantó Zeballos, ambos muy sólidos. Y el capítulo aparte es para Campaña, que se atajó absolutamente todo, y lamentablemente se le escapó al final.
Se nos escaparon muchas oportunidades, y fallamos en el último toque. Siempre nos quedan cosas por mejorar, pero al menos se vio al equipo con más ideas y con más ganas.
No me malentiendan, me fui caliente del Franzini, claro, con la rabia del momento. Es más, me vi obligada a ver Pasión, solo para confirmar lo que ya había escuchado por la radio sobre el penal, y acostarme aún con más rabia. Pero como lo dije antes, por más enojo que tengamos no podemos jactarnos que nuestro empate es por Vázquez, creo que hay que ver un poco más allá, y tener algo de autocrítica.
Al final de todo, reflexionando al día siguiente, me empieza a entusiasmar este juego de Defensor, y ya estoy expectante del fin de semana que viene.
Ahora, también es cierto que si hubiésemos sabido cerrar el partido, esto no pasaba. Por eso, a pesar de la amargura del momento, está bueno bajar la pelota al piso y analizarlo en frío.
Haber vuelto a llevar a Peñarol al Franzini y jugarles de igual a igual me deja muy contenta. Es un orgullo formar parte de una institución que sigue tratando de hacer un fútbol más justo.
Además, creo que hay muchas cosas para rescatar de nuestro juego. Felipe Gedoz jugó para ganarse un lugar en el equipo, Fede Gino entró empecinado en reemplazar a Robert (que no es fácil) y se jugó todo. Me encantó el Cachila y me encantó Zeballos, ambos muy sólidos. Y el capítulo aparte es para Campaña, que se atajó absolutamente todo, y lamentablemente se le escapó al final.
Se nos escaparon muchas oportunidades, y fallamos en el último toque. Siempre nos quedan cosas por mejorar, pero al menos se vio al equipo con más ideas y con más ganas.
No me malentiendan, me fui caliente del Franzini, claro, con la rabia del momento. Es más, me vi obligada a ver Pasión, solo para confirmar lo que ya había escuchado por la radio sobre el penal, y acostarme aún con más rabia. Pero como lo dije antes, por más enojo que tengamos no podemos jactarnos que nuestro empate es por Vázquez, creo que hay que ver un poco más allá, y tener algo de autocrítica.
Al final de todo, reflexionando al día siguiente, me empieza a entusiasmar este juego de Defensor, y ya estoy expectante del fin de semana que viene.