“Domingo Fútbol, volver”
El domingo vuelve a ser domingo.
El domingo vuelve a ser domingo cuando el reloj marca las 8:30 y uno se levanta para ir a jugar a la Liga Universitaria. Una lesión me alejó de las canchas por un año y un mes: el 18 de julio del año pasado los ligamentos de mi rodilla explotaron y, tras una larga y dura recuperación con operación de por medio, volví para jugar cuatro minutos que fueron los cuatro minutos más felices de mi vida futbolística.
La euforia por la vuelta, el día del niño y el hermoso clima casi de verano hacían inevitable que a la vuelta se prendiera el fuego para festejar que el fútbol volvió a los domingos, para que vuelvan a ser domingos.
El bolso volverá al templo cuando sean las 15:30, son las 13 y pico y el asado todavía rojo recién empieza a calentarse. Hay olor a final, la radio con la previa y las calles que se empiezan a teñir de los colores del alma.
Relojeando el reloj, valga la redundancia (?) apurando las brasas y escuchando la previa en La Abdon Radio, sabiendo que quizá me pierda algunos minutos y hasta todo el partido si esta cerveza que tengo en mi mano se termina antes de que el asado esté pronto y haya que volver a abrir otra.
De fondo se escucha “Esta campaña volveremos a estar contigo” con letra y música de La Banda del Parque, como para terminar de calentar el clima de vuelta a la cancha. El asado está pronto, como yo. Hay que comer rapidito y volar.
Son las 15:38, los alrededores del primer estadio mundialista dejan claro que adentro es una caldera, no hay lugar para estacionar, no se sabe para qué mano va cada calle. Lo mejor es tirarse de cabeza del taxi al grito de “¡Dejame acá!” y entrar a patear dos cuadras que se hacen eternas. Al llegar a la Abdon todavía hay fila de gente para entrar, el partido ya está en marcha, ¡volvió el fútbol!
Si de vueltas se trata, ayer hizo casi tres años que no pisaba la Abdon, un poco de comodidad sumado a los problemas para conseguir entrada hicieron que me comprara una butaca en la Atilio García y repartiera mis partidos entre esta tribuna “platea” y la Colombes.
Fueron muchos partidos viendo y viviendo el fútbol de otra manera, prestando atención a otras cosas. Disfrutando de algunas cuestiones y perdiéndome otras. En esa butaca viví el mejor año futbolístico del bolso de los últimos tiempos con Matute y Lodeiro, pero el último año ya no fue igual y decidí volver al lugar donde se siente el fútbol de la manera que más me gusta.
El ingreso a la cabecera del Indio ya es otra cosa, mucho cambió de aquel 2008 cuando el Parque empezaba a crecer hasta convertirse en lo que es ahora. El codo que une la Atilio y la Abdón le terminó de dar el toque que le faltaba a un coloso que parece no dejar de avanzar nunca.
Muchos análisis quedan atrás cuando la bola ya está en marcha, la cuestionada línea de tres se convierte en línea de cuatro cuando defendemos y asunto arreglado.
Volver, volvió el “Nacho” González y, con él, volvió lo poco de “buen” fútbol que recuerdo haber visto durante los 90 minutos. Una buena jugada en donde Alonso demuestra cómo limpiar una jugada sucia, para con un toque quedar macho con el golero, tapa, rebote y el bendito destino hace que la bola le caiga al ex Danubio para hacer delirar a un Parque Central que estaba de bote a bote, como hacía mucho no se veía.
El gol que se grita como si lo hubiese hecho uno mismo, es el gol de la vuelta, de volver a vivir, de que los domingos vuelvan a ser domingos y de volver a ganar y a empezar un campeonato como hace tanto no hacemos, mirando todo desde arriba.
El tiempo corre y de fútbol muy poco. La fiesta está en las tribunas que disfrutan mucho la vuelta de la misa, mientras que los de enfrente no paran de pelearse con la policía. Vuelve el fútbol y vuelven los problemas, los de siempre, los que parecen nunca terminar.
El juez pita el final y se termina una tarde que tuvo de todo, adentro y afuera, con la partida del “Zorrito” a Rusia, valga la redundancia II (?) y la vuelta del “Morro”, el “Canguro” y el “Pochola” al barrio. Al barrio me vuelvo yo, cervecita en mano. Volvió el futbol y los domingos vuelven a ser domingos.