Con mucho pesar debo decir que se terminó el sueño. Pero no lo digo con lástima por haber perdido, sino por haberme despertado de lo que viví durante estos dos partidos.

Fue todo increíble. El marco de público en el Franzini, el ver el escudo de El Tanque en canales deportivos internacionales y más que nada, el haber podido ir a alentar al verdinegro al exterior.

Adentrándonos más en lo futbolístico, se podría decir que los partidos fueron similares en el rendimiento del cuadro, el cual estuvo cargado de vaivenes en ambos encuentros.

Jugando de locales, nuestro mejor momento fue en el segundo tiempo, con el ingreso de nuestro gran 10 argentino, Juan Marcarie, el cual sin lugar a dudas, debió haber sido titular. Es el conductor del equipo, maneja los tiempos y con él las pelotas quietas fueron más aprovechadas, ya que Cristian Palacios no tuvo la mejor de sus noches, si de tiros libres y córners hablamos.

El partido de vuelta, se enmarcó en una noche chilena con un grado bajo cero y lluvia durante todo el encuentro, lo cual afectó notoriamente al terreno de juego, imposibilitando el apropiado desarrollo del juego.

El Tanque salió decidido a dar vuelta el resultado, siendo el dueño de la pelota durante los primeros 15 minutos, teniendo varias situaciones de gol, siendo un mano a mano de Palacios que se fue besando el palo, tal vez la más clara. Pero nuevamente Colo Colo lastimaría, siendo en este caso por dos, lo cual fue como un golpe de knock out para el verdinegro, que pese a su gran entrega, no pudo convertir.

Muy destacables los rendimientos de Gastón Martínez y Carlos Santucho en ambos encuentros.

Más allá del resultado, nos vamos felices. Jugarle de igual a igual a un cuadro que es notoriamente superior a nosotros, tanto en infraestructura, como en presupuesto. Recuerdo las palabras de mi padre en Chile, contándoles a los colocolinos que el contrato que su cuadro firmó con una marca deportiva que es de 14 millones de dólares, es equivalente al presupuesto total de El Tanque, por aproximadamente 13 años.

Fue un momento inolvidable en la historia de mi club, el cual estará siempre en mi memoria. Aunque todo fue increíble, debo ser sincero, me hubiese gustado un gol internacional, me quedé esperándolo, todavía sigo con el grito atorado en la garganta.

Se viene el campeonato local, y con él la vuelta del doctor Raúl Moller, gran protagonista de nuestra clasificación a la Copa Sudamericana, gracias a su gran campaña en el Torneo Apertura pasado. Esto renueva las esperanzas de los hinchas e invita a soñar a una nueva clasificación internacional.
 
 P.D.: Muy destacable el trato de los chilenos para con nosotros en su país.