Tardecita soleada, vuelta de campeonato y cancha cargada de buenos recuerdos. No hay hincha verdinegro al que no le guste ir al Capurro. Siempre que jugamos allí contra Fénix (desde nuestra vuelta a primera en el 2010) ganamos, contra Central Español en el campeonato pasado también se obtuvo un triunfo, mientras que en la última fecha del pasado clausura fue empate 4 a 4 contra Juventud de las Piedras. Si a eso les sumamos el inolvidable partido del ascenso contra Sud América, tenemos un combo ideal.

Empezó El Tanque siendo el que dominaba el encuentro, pegando desde temprano, siendo a los 10 minutos, el primer gol verdinegro por medio de Santiago Lamanna, luego de un gran pase de Juan Marcarie. Sin embargo, luego de esto, fue el local el dueño del balón tratándolo muy bien. A pesar de esto, nos iríamos al entretiempo con un 1 a 0 a favor.

El complemento continuó con el dominio albivioleta, logrando el empate a los 10 minutos del complemento, a través de un claro penal, que Novick cambió por gol.

La cosa estaba complicada, Fénix se nos venía arriba, toque y toque, comandado entre Novick y Maxi Pérez, y con el panameño Waterman en la delantera, trío que no paraba de inquietar a la defensa verdinegra. Había que sacar todas las pelotas difíciles, y cuando a Aparicio le decís “sacar”, te la saca del estadio y ¿al capó del auto de quién tenía que ir a pegar? Sí, ya se pueden imaginar quién era el dueño.

Faltaba poco para que el partido acabara, y cuando hace rato que los verdinegros firmábamos el empate, especialmente luego de un tiro libre ejecutado por Novick, el cual impactó en el travesaño, se vino el delirio. Centro al área de Fénix, rebote que le queda a Johnatan Iglesias, zapatazo desde el borde del área y gol. Estos son de los goles lindos, de los que no importa si es de chilena, volea o con el tobillo, son de los que se gritan con alma y vida.

Lo cierto que el fútbol es así y tiene esas cosas que tal vez ningún otro deporte te dé, el hecho de que un segundo podés estar sufriendo, deseando que termine el partido y al siguiente en las nubes. Hoy debo decir que a pesar de alguna actuación individual, en especial de Santiago Lamanna, no se jugó bien. Aún se extraña mucho a Caué Fernandes en la defensa, en especial en los ataques aéreos, sumándose a que Yefferson Moreira no está en su mejor momento. Se extrañó mucho el gran rendimiento al que Gastón Martínez nos tiene acostumbrados.

Se obtuvieron los primeros tres puntos en lo que ya es el cuarto campeonato consecutivo en primera. La vuelta de Moller, teniendo a sus órdenes a la gran mayoría del plantel con el que en el Apertura pasado logró estar siempre en los primeros puestos, hace que los hinchas verdinegros, nos permitamos soñar con una campaña similar a ésta.

P.D.: Muy lindo ver en la tribuna a ex jugadores del club que nos han dejado un gran recuerdo. Gracias Héctor “Romario” Acuña, Caué Fernandes y Gastón Machado.