Sin embargo, ni el viaje, ni el calor nos dolió más que volver sin los tres puntos. En lo que va del Apertura, de nueve puntos solo conseguimos uno y necesitamos revertir la situación rápidamente si queremos seguir en carrera.

Jugamos con diez, sí. Y también jugamos en una cancha complicadísima, donde la pelota picaba de forma ridícula. Y sí, claro, Juventud lo aprovechó y se hizo del partido. Pero no me alcanzan las excusas y por más análisis que trate de hacer, sigo sin entender exactamente por qué estamos tan lejos.

Parece que el partido contra Peñarol hubiese sido una fecha aislada. El sábado no hubo juego, ni siquiera intentos. El partido fue hasta feo para ver.

Honestamente, me cuesta darme cuenta en dónde estamos fallando tanto. ¿Es con Tabaré? ¿Es el equipo? (Aunque casi no hubo variantes al Clausura). ¿O es un tema anímico? ¿El campeonato anterior fue solo suerte? Me cuesta creerlo.

Y todo esto sin olvidarnos que el rival también juega. Estuve leyendo las opiniones de varios hinchas, cada uno desarrolla su teoría y yo aún no tengo la mía. Pero claro, si fuera tan fácil, ya se hubiera solucionado el tema, ¿no?

Tenemos un fin de semana libre para aprovechar y reponernos para llegar con más fuerza. Esto recién empieza y hay que seguir acompañando al club.

Por último, quiero compartir algo que escuché decir a un señor detrás mío sobre el final del partido:  'No estamos acostumbrados a ver perder a nuestro equipo y eso es muy peligroso'.

Y creo que, al final, tiene razón.