Hasta acá

Luego de tres derrotas consecutivas hay que señalar errores.

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Dos partidos

Hubo dos partes: antes y después de la expulsión de Ferro.

Al comienzo Liverpool mostró la intención de manejar el partido. Se hizo una buena presión por parte de todo el equipo, desde los delanteros hasta los defensas. Todos buscaban hacerse del balón rápidamente, pero cuando se conseguía...

Ahí está el primer problema: no se logró hilvanar una sola jugada de gol, aun cuando estábamos con once. Pecamos de un esquematismo atroz, sin sorpresa, sin desdobles. Parecía que los jugadores no sabían qué hacer ante la marca de River.

Es decir que aunque la intención estuvo, no se hallaron los circuitos para incomodar al rival. La voluntad de Aguirre, la calidad de Pezzolano, la presencia de Alles, etc., no bastan para crear chances de gol. Hay que trabajar mejor el aspecto ofensivo.

Después

La jugada de Ferro no llegamos a verla con claridad, todo hace suponer que estuvo mal expulsado, pero de haber existido un codazo el “Tito” debe ser retado, porque el juez ya había amonestado unos cuantos jugadores, en clara demostración de que no se andaba con vueltas.

Luego de la expulsión se cuidó bien el resultado. Se mantuvo la presión y se marcó en toda la cancha. River con un jugador de más tuvo el control de la pelota, pero no podía llegar con peligro. En el ataque seguíamos sin proponer, pero con 10 esto es natural. Ya que hubo que sacrificar a Alles y darle ingreso a Tamareo, que hasta el ingenuo penal jugó un buen partido.

En ese momento se hizo enorme Almeida. Christian viene siendo el mejor jugador negriazul en lo que va del torneo. De Amores demostró gran seguridad en las pocas jugadas que intentaban los delanteros rivales. Lamas, que debutaba, marcó todo lo que se le acercó y salió con criterio.

Lo malo no fue no haber llegado con riesgo, sino no haber podido dar dos pases seguidos. Esto es lo que más preocupa.

Lo bueno

La presión, la actitud, Almeida y Lamas. Se nota que la defensa, trabajada por Sergio Panzardo en la semana, se aprendió bien la tarea y la supo  llevar a cabo.

Lo malo

La poca dinámica colectiva en el ataque. Se juega a ritmos distintos. Aguirre intenta darle velocidad pero de forma individual. Pezzolano no jugó un buen partido en ataque, no logró encontrarse con Barboza ni con los delanteros. Los laterales intentaron subir, pero cuando descargaban el juego hacia el medio, en lugar de seguir corriendo a buscar la devolución, se quedaban parados, como que llegaban hasta ahí.

Esta falta de explosión y sorpresa preocupa, porque dependemos de Rodrigo para hacer goles. De hecho los únicos dos goles que llevamos en el torneo los hizo él y la única ocasión clara del partido contra River fue una acción individual suya.

De nuestra parte

Seguiremos apoyando a los muchachos y al cuerpo técnico incondicionalmente, pero cada vez más preocupados.