Al fondo hay lugar
Una semana subidos al 526 y el 468 nos deposita en el fondo de la tabla.
Todo comenzó el lunes pasado con la visita del Montevideo BBC al Club Malvín.
Tras un gran arranque y enorme juego, la Rojita del Mercado llegó a sacar 14 puntos de renta. Sin embargo, y al término del tercer cuarto, el conjunto playero se lanzó a acortar distancias y lo logró casi sobre el final del partido, llegando inclusive a ganar por 3 puntos a falta de cuatro segundos.
Gracias a la aparición de Reque Newsome, quien amablemente y contra todas las leyes del básquetbol cometió una falta contra Alejandro Pérez ante un tiro de tres puntos, mantuvimos la esperanza. Posteriormente, “Pepusa” Pérez demostró tenerlos bien puestos y clavó esos tiros fundamentales para llevar el partido al primer alargue de la Liga Uruguaya.
El resultado final es anecdótico, perdimos por 7. Pero en el alargue es donde se vio el verdadero juego de un equipo que llegó al final del partido disminuido en su integración. Dicho juego consiste en pegarle al rival y a prácticamente todo lo que se mueve, y desde esta humilde columna lo aplaudimos de pie.
Dedito para abajo
Como espectador sentí que mis $150 que abone en la entrada no se vieron recompensados. No pude disfrutar de la cantina, ya que debía cruzarme toda la cancha para hacer uso de la misma y debía esquivar a todas las señoras que con sus tapados de piel no me dejaban pasar, además de provocarme alergia con el roce de los mismos.
También dedito para abajo para la salida a la cancha de Malvín, pareciéndose más a un equipo de fútbol que a uno de básquetbol. Verán, un equipo de básquet de nuestro país y de verdad no sale a la cancha como si salieran de un túnel inflable imaginario, se paran juntos en la mitad de la cancha y saludan al público.
El equipo de verdad y los players que juegan en serio salen de la siguiente manera: primero sale un jugador, por lo general es uno de los jóvenes (debido a la ansiedad que le genera el partido), a este le sigue otro joven, con el que se juntan y se cuentan chistes mutuamente mientras tiran al aro.
Luego, vienen dos jugadores por lo general de mediana edad y que alguno de ellos, en determinado momento de su carrera tuvo un doping positivo. A posteriori, ingresan los extranjeros quienes, al no entender nada del idioma y la cultura, se lamentan por haber ingresado tan temprano.
Luego, los jugadores viejos y de experiencia que ni realizan calentamiento y establecen relaciones sociales con los jugadores rivales, los cuerpos técnicos, los jueces y alguien de la tribuna.
Por otro lado, el día jueves viajamos a la cancha de Unión Atlética para enfrentarnos a un rival directo en lo competitivo. Tras un arranque desprolijo, seguido por fallos polémicos, y condimentado por una remontada frustrada, no logramos el objetivo de alcanzar nuestra primera victoria.
Es de destacar la hinchada de Unión y la forma de aplaudir que tienen, lo que hace que al día de hoy esté escribiendo esta columna con audífonos, que en realidad son innecesarios para escribir, pero los tengo puestos igual.
El siguiente partido será Sayago y jugaremos por primera vez en esta Liga como locales en nuestra cancha: el Gimnasio Héctor Novick, también conocido como el Mercadison o si lo prefieren simplemente la Cancha de Montevideo.