Con los ojos azules

Dos partidos jugados, dos ganados, y el último jugando muy bien. Se viene el clásico y no es un partido más, tenemos que ganar

_mjm1549.jpg

Después de casi seis meses, volvió la Liga, volvió Malvín. Nos tocó esperar a la segunda fecha para debutar, por suerte de locatarios, en casa tiene otro gustito. El Canil estaba más lindo que nunca, repleto, dibujado en azul y blanco y vibrante de emoción; la emoción de volver a verte.

El playero apostó en grande y conformó uno de los mejores planteles para dar batalla en lo más alto. Sabemos que el objetivo es el campeonato y me quedó clarísimo cuando vi la primera entrada del equipo a la cancha; tenemos con qué ilusionarnos.

Finalmente la naranja al cielo y empezó lo lindo. Creo que Montevideo nos sorprendió, nos desconcertó, nadie se esperaba que sufriéramos tanto para ganar el partido. Es cierto que la “máquina” se está aceitando, que era el primer partido y que el plantel se está acomodando, pero todos esperábamos otra cosa.

Lo más importante sin dudas es que se ganó, costó 45 minutos, pero los dos puntos quedaron en casa. Los extranjeros Kanté y Chaney aportaron 17 y 14 puntos respectivamente, además de sumar 19 rebotes, concluyendo una buena actuación. Los ojos estaban puestos también en Mazzarino, si bien no estuvo certero en tiros de tres, hizo jugar al equipo, asistió, defendió y te das cuenta que hace la diferencia.

Si tengo que elegir a un jugador en este partido, sin dudas me quedo con Fernando Martínez, el “Enano” salvador fue el goleador con 18 puntos. A veces cuesta verlo tantos minutos en el banco, pero cuando le toca entrar aporta, contagia y asume. Así es el capitán.

Crea que nos vino bien el trámite sufrido, para corregir y darse cuenta de que hay que ir preparando un partido a la vez y que todos nos pueden complicar. Se ganó el juego pero siempre hay piedras en el camino; esta vez Chaney sufrió una fractura en la mano y estará ausente por un mes. Jesse Pellot-Rosa será el sustituto durante su recuperación y debutará nada más ni nada menos que en el clásico.

La segunda presentación del playero fue otra cosa, de visitante ante Tabaré que venía invicto. Por momentos fuimos una maquinita casi perfecta, imparables desde la defensa y efectivos en el goleo. Esta vez la rompieron todos, con una tabla fenomenal; Newsome no conformó el quinteto inicial pero se transformó en la figura del partido.

La actuación de Calfani se llevó una ovación de la hinchada playera que no paró de alentar, copando la cancha del “indio”. Párrafo aparte para Nicolás Mazzarino que hace todo bien, calidad e inteligencia pura. Dos partidos jugados, dos ganados, y el último jugando muy bien. Linda antesala para lo que sigue.

Se viene el clásico y no es un partido más, tenemos que ganar. Hay que sacarse esa espina que quedó clavada la temporada anterior, hay que estar tranquilos y enfocados. El martes se viene una gran fiesta, vayan aprontando los globos, banderas y papel picado…ya tengo los ojos llenitos de azul, y el corazón… ¡el corazón ni te digo!