Es contagioso

El equipo contagia y por momentos juega buen básquetbol. Tocó ganar y perder, pero este plantel le juega de igual a igual a cualquiera.

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Terminó una nueva semana de Liga para los dirigidos por Rubio, y nosotros nos volvemos a encontrar en esta columna. La misma empezó con victoria ante Nacional en Chucarro, y se cerró con la primer derrota, el sábado, ante Aguada en el Palacio.

Vayamos por pasos, primero lo primero. El martes la segunda fecha nos enfrentó a Nacional en casa, como también lo fuimos la primer fecha. Personalmente creo que no hay nada más lindo que eso. Llegar, pasar por la cantina, saludar a Esther, a Marquitos y al “Tibu”. Ir al lugar de siempre, con la gente de siempre, ver a Ricardito en la mesa. No tiene precio.

Chucarro una vez más se encontraba colmado, con localidades agotadas. Y no es para menos, el equipo contagia y mucho, y por momentos, juega muy buen básquetbol.

En cuanto al partido en sí, estuvimos arriba en el marcador prácticamente en la totalidad del mismo. Al final, Nacional se acercó mediante triples de Cambón y Roselli, pero igualmente pudimos cerrarlo de mejor manera y logramos quedarnos con el segundo punto del torneo.

Álex López, Joaquín, Acosta por momentos y, una vez más, Thomas, fueron los más destacados del rojo. Cabe aclarar que, como estamos acostumbrados, el entrenador usó una gran cantidad de jugadores.

Esta vez fueron 11, uno más que en la primera fecha. Ese jugador extra fue Hernán Fitipaldo, que tuvo unos correctos 5 minutos en los que mostró seguridad. No quiero dejar pasar que los jueces le pitaron una falta inexistente, solo porque es un pibe, pero bueno, son cosas que siempre pasaron, pasan, y van a seguir pasando.

Llegó el sábado. El rival de turno Aguada y una vez más en el Palacio Peñarol. Un rival que últimamente nos está costando vencer y que, dado a que nos enfrentamos en varios playoff en los últimos años, hay un condimento especial.

Que los barrimos en el 2006, que la temporada pasada nos barrieron y a la postre salieron campeones, son discuciones sin fin, pero que son el folklore de esto. A veces toca, a veces no. El problema es cuando se va de las manos como pasó al final del partido. Paremos un poco, si no esto no termina bien.


En cuanto al partido, tuvimos tres notables primeros cuartos. Daba gusto ver al plantel defender de la manera que lo hizo. Por momentos en zona, por momentos mediante atrapes en las esquinas, recuperando y corriendo muy bien la cancha. Lamentablemente, Aguada se vino, y con un equipo tan joven, cerrar un partido ante los de San Martín, punto a punto, es muy difícil.

Recién vamos por la fecha número tres y queda mucho por mejorar. Tocó perder como pudimos perfectamente haber ganado. Es importante destacar que recién pasamos la tercer fecha y ya jugamos en el Palacio. La Liga pasada llegamos a playoffs sin haberlo hecho ni una sola vez.

Las próximas dos fechas nos enfrentarán a Atenas (el martes) en Palermo, y luego a Malvín en casa. Dos partidos muy difíciles, pero que podemos ganar. Ya no es descabellado pensar en ganar, este plantel le juega de igual a igual a cualquiera y puede ganarle a cualquiera, por eso ahí estaremos más que nunca, para acompañarlos.

Nos encontramos de nuevo en una semana, con otra columna.

UNA COSA QUE EMPIEZA CON T...