¿Humo? ¡Compro!
El misionero sigue de racha con un Miller tremendo.
Tribunero, personaje, medio loco de la cabeza. Así es Nakiea Miller. Y en el primer partido de la Liga, en la derrota contra Trouville en la última pelota del partido, mostró talento en ofensiva pero poco compromiso en defensa, algo que sumado al show para la tribuna no terminaba de caernos bien a varios misioneros, como decía en la primera columna del hincha.
Pero se ve que es loco pero no gil. Y la actitud del yanqui cambió, y para bien. Y no es que haya dejado de vender un poco de humo, pero aflojó un poco y se dedicó a hacer lo que mejor sabe hacer: jugar. Y cómo juega, la puta madre.
Contra Biguá fue un infierno: metiendo de afuera y siendo implacable en la pintura, para ser el goleador del equipo con 26 puntos. Y eso a pesar de cargarse rápido de faltas, lo que hizo que Galeano tuviera bastantes minutos. Cuando salió por quinta la tribuna misionera se vino abajo, y no era para menos. Si vende humo pero juega como está jugando, se lo compro todo y al precio que sea.
Un referente
Y ese no es otro que Andrew Feeley. Sobrio, jugando los 40 minutos y ordenando al equipo cuando las cosas no salen. Contra Biguá, en el segundo cuarto cuando las cosas no andaban bien, reunió a los jugadores y bajó la pelota al piso. Se nota que sabe leer el juego y que todo el plantel lo escucha. Y aparte, es flor de jugador. Cuando se vaya a fin de año lo vamos a extrañar, y mucho.
La base está
De Gouveia viene siendo la manija del equipo, tremendo en defensa y con aporte clave en el goleo. Además, mucho más frío en los momentos claves de los partidos, manejando los tiempos de las ofensivas; lo que un base tiene que hacer.
Además, mencionar lo que fue el aporte de Marotta, debutando después de la sanción. En un momento donde Brian estaba entreverado, salió a la cancha y dio una mano tremenda, seguro en el traslado y poniendo 6 asistencias. Aparte siendo consciente de lo que significa el apoyo de la hinchada más grande de todas.
La rotación
Al buen ingreso de Marotta se sumó el gran partido de Santiago Moglia, que de a poco va acoplándose al equipo. Demian Álvarez (por primera vez en la Liga) no anduvo y Moglia fue solución, tanto en ataque como en defensa.
También rindió en buen nivel Galeano, que por las faltas de Miller vio más acción de la que venía teniendo. Y dio lo que puede dar en su rol: laburo sucio abajo en defensa. En ataque no puede pedírsele que desnivele. ¡Pico y pala Omar!
Hinchada es la del Goes…
Un párrafo aparte merece la gente. Y sí, es evidente que llenar la cancha de Biguá no es meritorio, si solo nos dieron 300 entradas. Pero aparte de llenar la Plaza de las Misiones cada vez que jugamos, hay que ver lo que es el aliento constante al equipo, en las buenas como hoy y en las malas como tanto tiempo.
La tribuna en la cancha de Biguá literalmente temblaba. El aliento emociona a cada segundo, y los jugadores lo sienten, y son conscientes que el apoyo de esta hinchada hermosa es un plus que te lleva a dar un poquito más de lo que se puede. Le veía la cara a Marotta cuando terminó el partido, mirando la tribuna, y no hacía falta preguntar nada. Los jugadores y la gente estamos todos metidos y tirando para el mismo lado y así lo que vendrá no puede ser negativo.
El sábado se viene Defensor, un rival pesado, y la Plaza va a ser una fiesta. Ayer, hoy y siempre, ¡tranquilo el Goes carajo!
Pero se ve que es loco pero no gil. Y la actitud del yanqui cambió, y para bien. Y no es que haya dejado de vender un poco de humo, pero aflojó un poco y se dedicó a hacer lo que mejor sabe hacer: jugar. Y cómo juega, la puta madre.
Contra Biguá fue un infierno: metiendo de afuera y siendo implacable en la pintura, para ser el goleador del equipo con 26 puntos. Y eso a pesar de cargarse rápido de faltas, lo que hizo que Galeano tuviera bastantes minutos. Cuando salió por quinta la tribuna misionera se vino abajo, y no era para menos. Si vende humo pero juega como está jugando, se lo compro todo y al precio que sea.
Un referente
Y ese no es otro que Andrew Feeley. Sobrio, jugando los 40 minutos y ordenando al equipo cuando las cosas no salen. Contra Biguá, en el segundo cuarto cuando las cosas no andaban bien, reunió a los jugadores y bajó la pelota al piso. Se nota que sabe leer el juego y que todo el plantel lo escucha. Y aparte, es flor de jugador. Cuando se vaya a fin de año lo vamos a extrañar, y mucho.
La base está
De Gouveia viene siendo la manija del equipo, tremendo en defensa y con aporte clave en el goleo. Además, mucho más frío en los momentos claves de los partidos, manejando los tiempos de las ofensivas; lo que un base tiene que hacer.
Además, mencionar lo que fue el aporte de Marotta, debutando después de la sanción. En un momento donde Brian estaba entreverado, salió a la cancha y dio una mano tremenda, seguro en el traslado y poniendo 6 asistencias. Aparte siendo consciente de lo que significa el apoyo de la hinchada más grande de todas.
La rotación
Al buen ingreso de Marotta se sumó el gran partido de Santiago Moglia, que de a poco va acoplándose al equipo. Demian Álvarez (por primera vez en la Liga) no anduvo y Moglia fue solución, tanto en ataque como en defensa.
También rindió en buen nivel Galeano, que por las faltas de Miller vio más acción de la que venía teniendo. Y dio lo que puede dar en su rol: laburo sucio abajo en defensa. En ataque no puede pedírsele que desnivele. ¡Pico y pala Omar!
Hinchada es la del Goes…
Un párrafo aparte merece la gente. Y sí, es evidente que llenar la cancha de Biguá no es meritorio, si solo nos dieron 300 entradas. Pero aparte de llenar la Plaza de las Misiones cada vez que jugamos, hay que ver lo que es el aliento constante al equipo, en las buenas como hoy y en las malas como tanto tiempo.
La tribuna en la cancha de Biguá literalmente temblaba. El aliento emociona a cada segundo, y los jugadores lo sienten, y son conscientes que el apoyo de esta hinchada hermosa es un plus que te lleva a dar un poquito más de lo que se puede. Le veía la cara a Marotta cuando terminó el partido, mirando la tribuna, y no hacía falta preguntar nada. Los jugadores y la gente estamos todos metidos y tirando para el mismo lado y así lo que vendrá no puede ser negativo.
El sábado se viene Defensor, un rival pesado, y la Plaza va a ser una fiesta. Ayer, hoy y siempre, ¡tranquilo el Goes carajo!