El seguir a tu cuadro a todas las canchas durante una Liga Uruguaya genera en tu recuerdo perlitas, que difícilmente se reiteren en otro país. Así se dio el pasado sábado en Sayago. Me disponía a ver a Nacional frente a Bohemios, partido pactado para 21:15, cuando a falta de media hora para el comienzo veo al delegado tricolor probando el funcionamiento del reloj de 24 segundos.

La gente comenzaba a copar las tribunas, los jugadores comenzaban a calentar, y el reloj seguía sin funcionar. Mientras, dirigentes de ambos cuadros buscaban soluciones. Por suerte se logró conseguir el reloj que la Federación había comprado para casos de emergencia, y dirigentes tricolores fueron a buscarlo. Posteriormente se treparon a las paredes de la cancha de Sayago para colocar el nuevo reloj.

Lo que asombra más, es que hace un mes y medio en la misma cancha se suspendió Waston - Welcome por el mismo problema, agravando aún más la desatención, y la falta de profesionalismo que hay día a día en este básquetbol.

Es una falta de respeto hacia todos los participantes, tanto jugadores como hinchas, que un partido se tenga que demorar 40 minutos por una falla técnica que podría haber sido prevenida. Si no mejoramos en un mínimo las condiciones en las cuales nuestros jugadores juegan y entrenan, jamás vamos a lograr dar el salto de calidad que después le reclamamos a nivel internacional. Además se le ofrece a la gente un producto pobre, que se sustenta solo por la pasión que tienen estos.

Otro hecho más que destacable, es la sentencia de incompetencia que decretó el tribunal de penas de la Federación acerca de los incidentes sucedidos en el Palacio Peñarol, en los festejos del Club Atlético Peñarol.

Entiendo que el responsable de la fiesta era Peñarol, y que la Federación no puede penar a clubes no afiliados a su institución. Lo que sí me parece ilógico, es que no se pueda penar a jugadores que representan a los clubes afiliados, cuando estos generan un daño moral a la imagen del Club Nacional de Fútbol.

Porque me parece irónico que se pueda sancionar a los clubes, como ha pasado con Welcome o Cordón por incidentes de hinchas, a los cuales los clubes no pueden ni elegir o sancionar, afuera de la cancha en dudosas condiciones. Mientras que por hechos no muy felices generados por los propios jugadores, los cuales llevan y representan la camiseta del club, no puede haber una sanción.

Cuando un tribunal toma una decisión de este estilo, no solo hay que pensar en los hechos sino en lo que puede generarse en el futuro. Este es un triste antecedente y abre la puerta a futuras agresiones, que se pueden justificar con "era una fiesta privada", "la federación no tiene nada que ver", etc etc.

Con este mismo criterio, no se podría sancionar a la parcialidad tricolor por cánticos hacía Peñarol, ya que como expuso el tribunal de Penas no existe algo llamado Peñarol en el basketball uruguayo. Algo realmente sin sentido.

Para cerrar me resta mencionar un poco el nivel que ha mostrado el equipo en los últimos dos partidos. El equipo ha mostrado muchos puntos altos, Angelo Riley cada partido juega mejor, y tras cuatro fechas es el líder en puntos de la Liga. Mientras que Federico Haller lo acompaña en gran nivel.

Para lograr más victorias, el equipo en general tiene que lograr un rendimiento más parejo en todas sus líneas. Al igual que se han visto buenos rendimientos, se han vistos otros por debajo de la media que preocupan de cara a lo que se viene.

Lo que no deja de asombrarme, es la mala suerte que tiene Nacional. Una nueva lesión se suma a la lista, en este caso es Ángel Figueroa con una molestia en el hombro. Debido a esto su continuidad en el básquetbol uruguayo es también una duda.