La 8 nos favorece
Es sabido por todos los hinchas de Danubio, que el partido del viernes no es uno cualquiera.
Está bien ganarle a los grandes, pero está mejor cuando se le gana a Defensor. Algunos lo llaman “el clásico de los cuadros chicos”, otros el “clásico del siglo XXI”, y para otros no es ni clásico.
Pero la verdad me importa poco lo que piense la prensa o el resto de las hinchadas. Para mí es el partido que siempre quiero ganar.
Estadísticas hay a montones, pero de seguro que ninguna te cuenta lo que acá vas a leer.
El del viernes, correspondiente a la 8ª fecha, va a ser el partido número 125 entre ambos. Y si de la fecha 8 hablamos, va a ser la 11ª vez que nos encontremos en esta instancia. Repasemos las anteriores:
Va ser el partido número 20 entre ambos en una fecha 8. El historial nos favorece. Ganamos 6, empatamos 9 y perdimos 4. Nosotros marcamos 30 goles mientras que ellos 24.
Los más recordados pueden ser los de los años 49 y 64. No solo no perdimos contra nuestro rival menos querido, sino que también quedan marcados por el descenso (las únicas dos veces) del elenco violeta. Podemos decir que se fueron a la B sin ganarnos. Capaz usted no lo sabía.
Si bien hace cuatro partidos no le ganamos, la última vez que jugamos un viernes, la alegría fue nuestra. Con gol de Sebastián “me voy para buscar un futuro mejor” Píriz, Danubio ganaba 1 - 0 y todos ese día nos emborrachamos.
Haga la lectura que quiera hacer, amigo, pero el viernes no hay historial que valga. No hay titular de prensa ni comentario de otra hinchada que pueda minimizar este partido.
Es ese que la semana antes y después uno vive de otra manera. Más acelerado, más ansioso, más nervioso. Más lo que se te ocurra.
Este campeonato en particular nos encuentra en una posición donde no podemos perder si queremos seguir adelante y aspirar a campeonato. Por eso, el viernes los jugadores van a salir a ganar adentro, y nosotros afuera, como siempre.
Nos vemos ahí gente, porque “…a Danubio lo sigo a donde va”.
Pero la verdad me importa poco lo que piense la prensa o el resto de las hinchadas. Para mí es el partido que siempre quiero ganar.
Estadísticas hay a montones, pero de seguro que ninguna te cuenta lo que acá vas a leer.
El del viernes, correspondiente a la 8ª fecha, va a ser el partido número 125 entre ambos. Y si de la fecha 8 hablamos, va a ser la 11ª vez que nos encontremos en esta instancia. Repasemos las anteriores:
Va ser el partido número 20 entre ambos en una fecha 8. El historial nos favorece. Ganamos 6, empatamos 9 y perdimos 4. Nosotros marcamos 30 goles mientras que ellos 24.
Los más recordados pueden ser los de los años 49 y 64. No solo no perdimos contra nuestro rival menos querido, sino que también quedan marcados por el descenso (las únicas dos veces) del elenco violeta. Podemos decir que se fueron a la B sin ganarnos. Capaz usted no lo sabía.
Si bien hace cuatro partidos no le ganamos, la última vez que jugamos un viernes, la alegría fue nuestra. Con gol de Sebastián “me voy para buscar un futuro mejor” Píriz, Danubio ganaba 1 - 0 y todos ese día nos emborrachamos.
Haga la lectura que quiera hacer, amigo, pero el viernes no hay historial que valga. No hay titular de prensa ni comentario de otra hinchada que pueda minimizar este partido.
Es ese que la semana antes y después uno vive de otra manera. Más acelerado, más ansioso, más nervioso. Más lo que se te ocurra.
Este campeonato en particular nos encuentra en una posición donde no podemos perder si queremos seguir adelante y aspirar a campeonato. Por eso, el viernes los jugadores van a salir a ganar adentro, y nosotros afuera, como siempre.
Nos vemos ahí gente, porque “…a Danubio lo sigo a donde va”.