Valió la espera
Una semana separó a los últimos dos juegos del rojo. Para los que lo seguimos a todos lados es una vida, pero valió la pena la espera.
Una semana separó a los últimos dos juegos del rojo. Para los que lo seguimos a todos lados es una vida, pero valió la pena la espera. Quizás sin tener nuestro mejor partido, pero con una segunda mitad de tercer cuarto, y un último cuarto, donde la actitud estuvo a la altura de las circunstancias y aún más, logramos llevarnos el punto. Punto, que por si fuera poco, fue el primero fuera de casa de la temporada.
Igualmente primero vamos a hablar del partido contra Montevideo, hace una semana, en casa, donde todavía no sabemos lo que es perder. En ninguno de los dos partidos jugamos nuestro mejor básquetbol, pero nos llevamos el punto, que es lo importante, esto recién empieza.
Chucarro una vez más, lleno. Sobre el partido no hablaremos mucho, ya pasó más de una semana y fue bastante desprolijo. Para destacar el goleo de Diego Soarez, que no nos deja de sorprender para bien. A su gran actitud en defensa le sumó una buena cantidad de puntos, su gran mayoría tras muy buenos roles al aro después de poner excelentes cortinas.
Una semana después, viajamos a Amsterdam y Velsen. El rival de turno, Unión Atlética, una cancha donde siempre es difícil ganar. Mucha gente del rojo nuevamente, apilada, quizás sin ver mucho, ya que había bastante más gente de la que el lugar permitía, pero siempre acompañando al equipo.
A diferencia del partido contra Montevideo, fuimos perdiendo en la mayoría del juego. Al descanso largo nos fuimos nueve puntos abajo. Del primer tiempo, para destacar los primeros minutos de Juan Pablo Silveira con la roja, en poco menos de 4 minutos, puso una bomba.
El comienzo del tercer cuarto también nos agarró dormidos. Pero con el paso de los minutos el equipo iba encontrando su juego. Joaquín comenzaba agarrando el partido para él y el notable ingreso de Guille Bruni tanto ofensivamente, dónde colaboró con un triple clave para la reacción, como defensivamente bancando a los foráneos azulgranas, lograron poner a los dirigidos por Mateo en partido.
Una vez más en el acierto o en el error, siempre fiel a su filosofía. Esta vez utilizando los 12 jugadores. A algunos les gusta más, a algunos les gusta menos, algunos a veces difieren en los momentos de los cambios y quizás por momentos se equivoca, es humano. Pero no podemos quejarnos, los resultados son positivos y con creces. Punto para él.
Volviendo al juego, el último presentó a un rojo muy enchufado. Creo humildemente que quizás lo que nos faltó el año pasado fueron un par de jugadores experientes que puedan cerrar los partidos, y por eso se nos escaparon varios puntos.
¿Qué mejor que la vuelta del eterno capitán para cumplir esa función? Además de tener la clase que tiene, es hincha cómo pocos. Se puso el equipo al hombro y llegamos punto a punto al final. Pero no estaba sólo, estando un punto abajo tendríamos la última ofensiva ya sin Joaquín en cancha. Tras un mal tiro de Nando la pelota le cayó en las manos a Thomas que, una vez más, como la primera fecha frente a Goes, con notable calidad colocó la bola que nos dio el triunfo final.
Quizás soy reiterativo pero partido a partido que veo a este cuadro confirmo más lo que pienso. Hay una idea de trabajo y por suerte acompañada por buenos resultados. No nos sobra nada, pero tampoco nos falta nada. No sé qué pasará allá por marzo o abril, cuando el campeonato esté en su desenlace, pero desde ya estoy disfrutando, al igual que la Liga pasada, de un equipo que sinceramente por lo menos a mí me transmite mucho.
Por eso los invito a todos a Tabaré, la siguiente fecha, donde el rival de turno será el gris de Parque Batlle, y a seguir por este camino.
UNA COSA QUE EMPIEZA CON T…
Igualmente primero vamos a hablar del partido contra Montevideo, hace una semana, en casa, donde todavía no sabemos lo que es perder. En ninguno de los dos partidos jugamos nuestro mejor básquetbol, pero nos llevamos el punto, que es lo importante, esto recién empieza.
Chucarro una vez más, lleno. Sobre el partido no hablaremos mucho, ya pasó más de una semana y fue bastante desprolijo. Para destacar el goleo de Diego Soarez, que no nos deja de sorprender para bien. A su gran actitud en defensa le sumó una buena cantidad de puntos, su gran mayoría tras muy buenos roles al aro después de poner excelentes cortinas.
Una semana después, viajamos a Amsterdam y Velsen. El rival de turno, Unión Atlética, una cancha donde siempre es difícil ganar. Mucha gente del rojo nuevamente, apilada, quizás sin ver mucho, ya que había bastante más gente de la que el lugar permitía, pero siempre acompañando al equipo.
A diferencia del partido contra Montevideo, fuimos perdiendo en la mayoría del juego. Al descanso largo nos fuimos nueve puntos abajo. Del primer tiempo, para destacar los primeros minutos de Juan Pablo Silveira con la roja, en poco menos de 4 minutos, puso una bomba.
El comienzo del tercer cuarto también nos agarró dormidos. Pero con el paso de los minutos el equipo iba encontrando su juego. Joaquín comenzaba agarrando el partido para él y el notable ingreso de Guille Bruni tanto ofensivamente, dónde colaboró con un triple clave para la reacción, como defensivamente bancando a los foráneos azulgranas, lograron poner a los dirigidos por Mateo en partido.
Una vez más en el acierto o en el error, siempre fiel a su filosofía. Esta vez utilizando los 12 jugadores. A algunos les gusta más, a algunos les gusta menos, algunos a veces difieren en los momentos de los cambios y quizás por momentos se equivoca, es humano. Pero no podemos quejarnos, los resultados son positivos y con creces. Punto para él.
Volviendo al juego, el último presentó a un rojo muy enchufado. Creo humildemente que quizás lo que nos faltó el año pasado fueron un par de jugadores experientes que puedan cerrar los partidos, y por eso se nos escaparon varios puntos.
¿Qué mejor que la vuelta del eterno capitán para cumplir esa función? Además de tener la clase que tiene, es hincha cómo pocos. Se puso el equipo al hombro y llegamos punto a punto al final. Pero no estaba sólo, estando un punto abajo tendríamos la última ofensiva ya sin Joaquín en cancha. Tras un mal tiro de Nando la pelota le cayó en las manos a Thomas que, una vez más, como la primera fecha frente a Goes, con notable calidad colocó la bola que nos dio el triunfo final.
Quizás soy reiterativo pero partido a partido que veo a este cuadro confirmo más lo que pienso. Hay una idea de trabajo y por suerte acompañada por buenos resultados. No nos sobra nada, pero tampoco nos falta nada. No sé qué pasará allá por marzo o abril, cuando el campeonato esté en su desenlace, pero desde ya estoy disfrutando, al igual que la Liga pasada, de un equipo que sinceramente por lo menos a mí me transmite mucho.
Por eso los invito a todos a Tabaré, la siguiente fecha, donde el rival de turno será el gris de Parque Batlle, y a seguir por este camino.
UNA COSA QUE EMPIEZA CON T…