Vergüenza

Realmente sentí vergüenza al mirar el partido de ayer frente a Nacional. Sin juego y sin actitud.

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Dimos lástima, y el verso del buen juego de Arias ya no lo cree nadie. Se acabó la mentira, se apagó la máquina de humo.

Nos estamos acostumbrando a perder ante cada cita importante. Esto ya es una costumbre, y lo peor es que la mayoría de los hinchas ya lo aceptan como algo normal. Porque solo en Wanderers se sostiene un ciclo (que ya lleva 2 años) en el cual obtuvimos un punto en 33 frente a Nacional, Peñarol y Defensor.

Diez derrotas y un empate ante los rivales que hay que aspirar a vencer. Es real que no siempre se puede, pero el Wanderers de Arias no puede nunca.

Mientras tanto nuestro presidente aurinegro y el resto de los directivos no hacen nada. El objetivo deportivo no interesa, el hincha y el socio mucho menos. Mantener el carnet, hacer algún viajecito con la selección, o seguir mandando jugadores al Huelva para beneficiar al gerenciador son las prioridades de estos señores impresentables.

Del partido no hay mucho para decir. Más de lo que venimos viendo fecha a fecha. Nuevamente un equipo liviano, “insulso y sin azúcar” (transmisión VTV).

La línea de 3 que presentamos fue una lágrima, acompañada de un arquero que cada vez ataja menos. En ofensiva llegamos muy poco, pura insinuación. Guzmán Pereira y Sergio Blanco fueron los únicos que por lo menos mostraron actitud y algo de futbol. Pobre “Chapa”, volver y encontrarse con esto, terrible.

Realmente me había ilusionado con la llegada de Pastorini, pero en estos últimos partidos demostró por qué Peñarol nunca lo tuvo en cuenta. Tiene grandes condiciones, pero aparece poco, sobre todo en los partidos importantes. Contra Peñarol y Nacional casi nada.

Mirando hacia adelante, ya no me preocupa tanto el próximo rival o las fechas que se vienen. Tengo claro que no vamos a pelear este torneo. Pero si seguimos así estaremos resignando tempranamente la tabla anual, y acercándonos cada vez más a los puestos de descenso.

La sobrevalorada y exagerada” buena propuesta” de Arias ya no convence a nadie. A los hinchas ya hace rato nos cansó y aburrió, y la prensa (que no miraba nuestros partidos cuando destacaba a Wanderers) ya nos menciona con adjetivos como “livianitos”, “tibios”, etc.

El plantel tampoco cree en el entrenador, y es muy notorio. Hasta el propio Arias ya no sabe qué hacer, está totalmente desconcertado.

Se necesita urgente un cambio. El Sr. Arias no va a renunciar porque es consciente que su carrera como director técnico comienza y termina en Wanderers.

También es difícil que sea cesado por la Comisión Directiva, por lo cual los hinchas desde nuestro lugar debemos hacer algo. De manera pacífica pedir y exigir un cambio, por el bien de nuestro querido club.

¡Andate Arias!