5 en 25
Un partido alucinante, que nos queda para el recuerdo.
Diluvió durante los primeros sesenta minutos de juego y la lluvia paró para disfrutar de los cinco goles violetas. Un partido alucinante, que nos queda para el recuerdo.
Fui al Franzini resignada y me animo a decir que varios también. Antes de cada partido, existe un momento en el que todos te miran como diciendo: ‘¿Vas a ir igual, con esta lluvia, contra los bolsos y con Defensor en su peor momento?’. Es ahí que vos respondés con una mirada que dice: ‘Tengo qué, es la obligación del hincha y es lo que me tocó cuando elegí estos colores: acompañar siempre’.
Bueno, ese fue el discurso que me repetí para mis adentros una y otra vez cuando miraba el lagrimoso primer tiempo desde abajo de mi paraguas. Justificándome por qué tenía que estar ahí parada, mientras íbamos perdiendo 1 - 0 con Nacional. Otra vez.
Lo que pasó en los últimos 25 minutos de juego, no lo puedo poner en palabras. Pero sí se puede hablar de un momento clave para explicarlo. Ese cuando Tabaré decidió sacar a Nico, después de que venía jugando mal hace cinco partidos.
Ya sabemos que sacar a Nico es todo un tema, por referente, por hincha y por la calidad de jugador. Es por eso que hace que este cambio sea tan trascendente.
Sacar a Nico, poner a Giorgian y bajar a Felipe de doble cinco fue la estrategia para dar vuelta el partido y meter cinco goles. Así como Tabaré perdió varios partidos por cambios injustificables, este se ganó con el banco.
Se ganó porque Giorgian entró derrochando calidad, se ganó por la consistencia de Felipe para jugar en cualquier puesto y se ganó porque Fleurquin fue un baluarte que probó que no puede ser suplente.
Luna dejó el cuerpo en la cancha (literalmente). Nacho tuvo la solidez para ejecutar los dos penales perfectamente. Y un capítulo aparte el golazo de tiro libre de Gedoz.
Este es el Defensor que queremos ver. Que juega con garra y corazón y le da vuelta un partido a Nacional que tenía todo bajo control. Un Defensor que le hizo más goles a los bolsos en 25 minutos que lo que llevan en contra en todo el campeonato. Un Defensor que se aprovecha de la localía y les hace pesar a los ‘grandes’ la salida del Estadio.
El partido del jueves fue increíble y, a los que fuimos, nos va a quedar en la memoria. Porque cada gota de lluvia valió ese regalo. Este regalo que trata de compensar un poco el gusto amargo que nos dejó Nacional durante varios años. Ese regalo histórico que nos dio el equipo que la peleó por el resto de nosotros y metió 5 en 25.
Fui al Franzini resignada y me animo a decir que varios también. Antes de cada partido, existe un momento en el que todos te miran como diciendo: ‘¿Vas a ir igual, con esta lluvia, contra los bolsos y con Defensor en su peor momento?’. Es ahí que vos respondés con una mirada que dice: ‘Tengo qué, es la obligación del hincha y es lo que me tocó cuando elegí estos colores: acompañar siempre’.
Bueno, ese fue el discurso que me repetí para mis adentros una y otra vez cuando miraba el lagrimoso primer tiempo desde abajo de mi paraguas. Justificándome por qué tenía que estar ahí parada, mientras íbamos perdiendo 1 - 0 con Nacional. Otra vez.
Lo que pasó en los últimos 25 minutos de juego, no lo puedo poner en palabras. Pero sí se puede hablar de un momento clave para explicarlo. Ese cuando Tabaré decidió sacar a Nico, después de que venía jugando mal hace cinco partidos.
Ya sabemos que sacar a Nico es todo un tema, por referente, por hincha y por la calidad de jugador. Es por eso que hace que este cambio sea tan trascendente.
Sacar a Nico, poner a Giorgian y bajar a Felipe de doble cinco fue la estrategia para dar vuelta el partido y meter cinco goles. Así como Tabaré perdió varios partidos por cambios injustificables, este se ganó con el banco.
Se ganó porque Giorgian entró derrochando calidad, se ganó por la consistencia de Felipe para jugar en cualquier puesto y se ganó porque Fleurquin fue un baluarte que probó que no puede ser suplente.
Luna dejó el cuerpo en la cancha (literalmente). Nacho tuvo la solidez para ejecutar los dos penales perfectamente. Y un capítulo aparte el golazo de tiro libre de Gedoz.
Este es el Defensor que queremos ver. Que juega con garra y corazón y le da vuelta un partido a Nacional que tenía todo bajo control. Un Defensor que le hizo más goles a los bolsos en 25 minutos que lo que llevan en contra en todo el campeonato. Un Defensor que se aprovecha de la localía y les hace pesar a los ‘grandes’ la salida del Estadio.
El partido del jueves fue increíble y, a los que fuimos, nos va a quedar en la memoria. Porque cada gota de lluvia valió ese regalo. Este regalo que trata de compensar un poco el gusto amargo que nos dejó Nacional durante varios años. Ese regalo histórico que nos dio el equipo que la peleó por el resto de nosotros y metió 5 en 25.
