Calco
Cuarta victoria consecutiva. Nuevamente jugamos mal, pero estamos en el grupo de los de arriba.
Penal a Gastón Rodríguez y gol del “Chapa”. Luego a refugiarse atrás, el rival mereciendo empatar pero los tres puntos se van para el Prado con el 1 - 0 final.
Todo esto había sucedido en la fecha anterior contra Rentistas, y se volvió a dar ante Sud América. Casi un replay, con el agravante de que en este caso estuvimos mas de 30’ con dos hombres más, lo cual nunca se notó. Poco creíble pero cierto.
Retornando a Montevideo con el señor Chiribao y el Dr. Paredes, hablábamos sobre el partido y coincidíamos en la sensación agridulce (algo más dulce que agrio) que nos había dejado el mismo.
Por un lado se había ganado, cuarto triunfo al hilo, seguíamos trepando en la tabla. Por otro, se volvió a jugar poquito, terminamos pidiendo la hora con dos hombres de más, ¿Cómo un equipo con 9 te puede meter en tu arco durante media hora?
Los hinchas (muy buena cantidad) que fuimos hasta San José vimos un primer tiempo pobrísimo. Wanderers solo se aproximó al arco rival a través de un tiro libre de Gastón Rodríguez que tapó Irazún, mientras que Sud América llegó un par de veces definiendo mal. Nada más.
Para el complemento llegaron los obsequios de los buzones para con los bohemios. El primero fue el tonto penal que comete Edgar Martínez (rústico si los hay) y que le costó la expulsión por doble amarilla.
Blanco pone el 1 - 0 y a los pocos minutos Cobelli se gana dos infantiles amarillas (una atrás de la otra) y deja a su equipo con nueve.
Estaba todo a nuestro favor, pero increíblemente a partir de que quedamos con dos jugadores más empezó lo peor. Nunca nos supimos acomodar para aprovechar la supremacía, ellos se vinieron con todo, físicamente nos pasaron por arriba. Los hinchas nos mirábamos unos con otros. "¡Contame los naranjas!", le pedí a un pibe que estaba contra el alambrado.
Recién sobre el final generamos 2 o 3 contras que definimos muy mal. Debo decir que merecieron el empate, es más, les anularon un gol en dudosa jugada minutos antes del final.
Quiero destacar a Martín Rivas, quien otra vez tuvo su oportunidad y jugó un gran partido. Ante la ausencia de Bueno, Maxi Olivera dio una gran mano como zaguero. Otra vez muy buenos minutos de Paiva. Y debo decir que me encanta ganar con gol del “Chapa”, hincha y referente.
Seguimos en racha, creo que estamos teniendo esa suerte que nos faltaba antes. Pero que quede claro que se gana con un futbol utilitario y resultadista, no con la propuesta lírica de Arias. En estos dos últimos partidos la idea fue simple: hacer el gol y defender.
Ahora vamos a Sayago y esperemos que continúe la racha ganadora.
¡El único clásico es ir a ver a la blanca y negra todos los fines de semana!
Todo esto había sucedido en la fecha anterior contra Rentistas, y se volvió a dar ante Sud América. Casi un replay, con el agravante de que en este caso estuvimos mas de 30’ con dos hombres más, lo cual nunca se notó. Poco creíble pero cierto.
Retornando a Montevideo con el señor Chiribao y el Dr. Paredes, hablábamos sobre el partido y coincidíamos en la sensación agridulce (algo más dulce que agrio) que nos había dejado el mismo.
Por un lado se había ganado, cuarto triunfo al hilo, seguíamos trepando en la tabla. Por otro, se volvió a jugar poquito, terminamos pidiendo la hora con dos hombres de más, ¿Cómo un equipo con 9 te puede meter en tu arco durante media hora?
Los hinchas (muy buena cantidad) que fuimos hasta San José vimos un primer tiempo pobrísimo. Wanderers solo se aproximó al arco rival a través de un tiro libre de Gastón Rodríguez que tapó Irazún, mientras que Sud América llegó un par de veces definiendo mal. Nada más.
Para el complemento llegaron los obsequios de los buzones para con los bohemios. El primero fue el tonto penal que comete Edgar Martínez (rústico si los hay) y que le costó la expulsión por doble amarilla.
Blanco pone el 1 - 0 y a los pocos minutos Cobelli se gana dos infantiles amarillas (una atrás de la otra) y deja a su equipo con nueve.
Estaba todo a nuestro favor, pero increíblemente a partir de que quedamos con dos jugadores más empezó lo peor. Nunca nos supimos acomodar para aprovechar la supremacía, ellos se vinieron con todo, físicamente nos pasaron por arriba. Los hinchas nos mirábamos unos con otros. "¡Contame los naranjas!", le pedí a un pibe que estaba contra el alambrado.
Recién sobre el final generamos 2 o 3 contras que definimos muy mal. Debo decir que merecieron el empate, es más, les anularon un gol en dudosa jugada minutos antes del final.
Quiero destacar a Martín Rivas, quien otra vez tuvo su oportunidad y jugó un gran partido. Ante la ausencia de Bueno, Maxi Olivera dio una gran mano como zaguero. Otra vez muy buenos minutos de Paiva. Y debo decir que me encanta ganar con gol del “Chapa”, hincha y referente.
Seguimos en racha, creo que estamos teniendo esa suerte que nos faltaba antes. Pero que quede claro que se gana con un futbol utilitario y resultadista, no con la propuesta lírica de Arias. En estos dos últimos partidos la idea fue simple: hacer el gol y defender.
Ahora vamos a Sayago y esperemos que continúe la racha ganadora.
¡El único clásico es ir a ver a la blanca y negra todos los fines de semana!