​De punto muerto a primera

La velocidad, el cambio de ritmo y el manejo de los tiempos.

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Juan Castillo

No hay dudas de que mi equipo fue esquivo a estos valores futbolísticos durante ocho fechas. Los partidos pasaban y el hincha reclamaba, y cada vez de manera más insistente la victoria, pero por sobre todo la entrega, el empuje y la rebeldía.

Pasaron ocho fechas y el equipo estuvo quieto, adormecido. Pero esto cambió el pasado domingo…

Tarde, ya muy tarde el león despertó, quizás sea porque se acerca su rival favorito, quizás sea porque el “cebrita” no fue un rival de jerarquía. Yo creo, y espero no equivocarme, que Goncalvez logró entrar en la moral del plantel.

A diferencia de muchos, yo vi un Peñarol distinto desde el arranque: llegó hasta la línea final, tocó de manera aceptable y hasta se animó a probar de afuera, fue un equipo potente y veloz. Eso sí, no fue incomodado en absoluto por el equipo del “Gaucho”.

El desahogo llegó sobre el final de los primeros 45 por parte de Aguiar, aunque pudo haber llegado antes de no haberse anulado un gol totalmente lícito de Jonathan Rodríguez.

La gran goleada llegó sobre la segunda mitad, como corolario de la simbiosis perfecta que resultó de Rodríguez y Pacheco. Este joven, sinónimo de rapidez y potencia se asoció de manera excelente con el expediente ídolo, quien llegó a sus 201 goles con la camiseta amarilla y negra.

Ayer salió todo lo que no salió en las fechas anteriores. A modo de ejemplo entró Carlos Nuñez e hizo el quinto. Luego de eso hubo que “bajar la persiana del partido” = Poner a Ignacio Nicolini.

Es justo decir que hubo un cambio a tiempo por parte del Tito. El rendimiento de Raguso ya no justificaba su titularidad y era hora de colocar a otro lateral. Maxi Gomez hizo esa labor de manera satisfactoria. Jugó bien abajo, trepó cuando tuvo que hacerlo y hasta habilitó a Nuñez en el último gol.

El ferrocarril se puso en marcha, y si bien no tuvo a un rival de peso en frente es válido decir que arrancó de manera abrupta. Tarde para el Apertura, quizás hasta tarde para la anual, pero en buena hora para todos los hinchas y con el fin de amargar a los del 35%.

Solo pido ahora no detenerse, recuperar al paladín de ébano cuanto antes y seguir subiendo la velocidad. Al fin y al cabo este fue solo el primero de los cuatro partidos más sencillos del campeonato.