“Personalmente, creo que por más que no tenemos un excelente cuadro en cuanto a nombres, podemos llegar a hacer una respetable campaña, una temporada más, considerando que es un equipo que al ser muy parejo podrá tener mucha rotación lo cual en la anterior edición dio sus frutos. Igualmente, los foráneos deberán tener un rol determinante y estar enchufados al máximo si es que el equipo aspira a entrar una vez más, como la historia de la Liga manda, entre los ocho primeros. Luego, todo puede pasar.”

Con ese comentario cerré mi primer columna. Hoy, tras ya haber escrito varias, el plantel está cumpliendo y hasta superando las expectativas que me arriesgo a decir, todos tenían sobre “el rojo”.

Qué sana costumbre que estamos agarrando. Ya son siete victorias al hilo y nos vamos al descanso de prácticamente dos semanas (motivo de la fecha libre y el “parate” para que se jueguen los partidos atrasados) ratificando el lugar, dónde desde que se juega Liga Uruguaya, siempre estamos. Las últimas dos víctimas: Olimpia y Bohemios en ese órden, uno en casa y otro de visita. 

Vamos a detenernos más en este último, clásico de barrio que para todo hincha tiene un condimento especial. Quizás ya se están aburriendo de leer siempre lo mismo, pero no puedo no hacer una distinción para la gente. Las entadas anticipadas volaron, mucha gente en la puerta compró la suya y llegamos en gran número a la calle Pereira.

Fue un partido bastante parejo, donde en el tercer cuarto logramos la máxima diferencia de la mano de Thomas, que una vez más, demostró ser un clase A. Gordito, se cansa mucho y hasta a veces parece jugar caminando por no tener “resto”... pero juega y hace jugar, se pone el equipo al hombro cuando se lo tiene que poner, tiene un tiro de cuarta tremendo, entre tantas cosas que hacen que de gusto verlo. Acierto de Mateo.

Luego tras una serie de incidentes con los que se caldeó el ambiente, y por tanto el juego estuvo parado unos minutos, Bohemios se nos vino. White tuvo una vez más un muy correcto partido, tanto en su rol defensivo, como aportando algunos puntos claves. Ya sin él en cancha por quinta falta, fue el turno de Soárez, a quien una vez más le tocó cerrar el juego. Lo hizo de gran manera, ya que tras buenas asistencias de Thomas, colocó puntos y libres claves para que el clásico de barrio se quede en la calle Chucarro.

Nada de qué quejarse, mucho para disfrutar. Joaquín gracias por volver a tu casa. Estás entero, sos un clase A. "Rana" gracias por dejar todo en cada bola y hacer todo lo que se te pida por el equipo. Ale gracias por estar mostrando un nivel bárbaro. Gracias a todo el plantel y por supuesto, gracias Mateo. Gracias a la gente que está acompañando a todos lados, junto a un gran colorido, y siempre dando para adelante. Es cierto, los resultados acompañan, pero por el momento nadie me va a sacar la felicidad.

Que se siga haciendo costumbre gritar: UNA COSA QUE EMPIEZA CON T...