Esto recién empieza

Sobró huevo, faltó básquetbol, pero todavía falta mucha Liga.

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La previa
 
Era sin dudas el partido más esperado de la vuelta del Goes a la Liga. Sabido por hinchas, por jugadores y por dirigentes, después del prometedor arranque del equipo había que confirmar quedándose con el clásico. Los vecinos, antes de arrancar, nos daban peleando el descenso, y la realidad demostró que lejos estamos de eso.
 
La fiesta que se vivía en el Palacio es la que, desde hace años, se merece el básquetbol. Los dos grandes llenando la cancha, como antes llenaban el Cilindro (en la serie del Metro 2008 se vendieron casi más entradas que en toda la Liga posterior). Para quienes estuvimos ahí, sabemos que el Palacio Peñarol, de verdad, temblaba.
 
El partido
 
Siempre de atrás, remándola, pero parejo, muy parejo. De todas formas, equivocamos procedimientos a la hora de atacar. La tabla Ibón – Morales invitaba a meterle la pelota abajo a Miller y Feeley, pero nunca lo pudimos hacer. En defensa nos castigaron de afuera constantemente.
 
El ingreso de Galeano fue muy bueno, trayendo al equipo cuando se nos habían ido, dando una mano enorme en defensa y dejando la vida en cada pelota. Marotta no desentonó en la base.
 
Pero cuando se necesitaba la mayor frialdad, cuando no había margen de error, fallamos. Matías y Demian no tuvieron de sus mejores partidos, aunque nada puede reprochárseles después de la tremenda Liga que vienen haciendo. Un par de bolas perdidas y tres posesiones sin tirar fueron demasiada franquicia para un rival que, con jugadores de gran nivel y experiencia, no desaprovechó la chance.
 
El huevo estuvo, pero lo que faltó fue básquetbol. A ley de juego perdimos, y perdimos bien. El rival nos superó con un último cuarto sin fisuras.
 
El después
 
Se perdió, era una de las posibilidades. En la cancha, adentro, no hubo nada raro. Los jueces no incidieron en el resultado, los jugadores aceptaron el resultado y a otra cosa. Me fui tranquilo de la cancha, aplaudiendo y palmeándoles la espalda a todos los jugadores porque dejaron todo.
 
Pero evidentemente hay gente que no entendió nada. Parece que no se acuerda de lo que nos pasó hace cinco años contra el mismo rival. Las quitas de puntos, los cierres de cancha y la desafiliación se borraron de algunas cabezas, o quizá nunca estuvieron presentes. Y poco importa la provocación o no. Un grupo muy reducido de los 2500 hinchas quemaron todo. Y ahora todos sabemos lo que va a venir.
 
A Nacional, esta misma Liga, le sacaron 2 puntos por bastante menos de lo que pasó el martes en el Palacio. Otra vez la misma historia, un deja vu infame que me tiene con una calentura tremenda. Capaz que entramos entre los ocho igual, pero el club, los hinchas y los jugadores, que vienen haciendo tremenda campaña, no se merecían eso.
 
Es inevitable hacer referencia al quilombo, como hincha y como socio del club me duele como la gran puta y me da una bronca y una impotencia tremenda. Pero bueno hay que seguir.
 
El mensaje es el del título, “esto recién empieza”. La Liga sigue y lo que importa es lo que pase al final. Ya vendrán otros clásicos y tendremos revancha donde importa, donde vale, adentro de la cancha. Lo otro no tiene nada que ver con el básquetbol. Tranquilo el Goes.