Era necesario ganar para arañar alguna remota chance. Pese a la entrega de los jugadores en el tramo final no se pudo, lo que demuestra que quince minutos de ahínco no alcanzan para ganar un campeonato.

Causas

Parece injusto hablar de un bajo rendimiento, porque el resultado tal vez pudo ser otro si en los quince minutos finales entraba alguna de las tantas situaciones que creó Liverpool. Sin embargo a nuestro paladar le queda el gusto amargo de saber que durante todo el segundo tiempo regalamos la mitad de la cancha y, con esto, el partido.

La ausencia de Gonzalo Freitas se sintió mucho en estos dos partidos. No es que Ferro haya jugado mal, pero el orden táctico es fundamental y el joven Freitas lo aporta.

A muchos nos entusiasma cuando el "Tito" arranca con pelota dominada y elude rivales, pero esto genera un desbalance defensivo que nos cuesta caro. Además en las jugadas de pelota quieta ofensiva el moreno aporta mucho y su baja se hace muy sensible en estas ocasiones.

Podemos hallar otra causa en la “mala liga” de los minutos finales, pero no se puede depender de “la liga” para ganar. los partidos se ganan en el medio campo y no hay vuelta en esto del fútbol ciencia.

Lo bueno

Los goles de penal. Durante el torneo nos había costado mucho embocarla desde los doce pasos. En esta ocasión no solo entró, sino que además el que la metió fue el juvenil Facundo Barcelo.

El pibe agarró la pelota con mucha confianza cuando a todos la quemaba y demostró que tiene gran categoría, cosa que nos deja muy tranquilos a los hinchas porque hay delantero para rato, si es que no se va.

Lo malo

Lo dicho, perdimos el medio campo, algo que a los equipos de Favaro no les suele suceder. Pese a que es verdad que Barboza estuvo muy errático y que Pezzolano jugó demasiado atrasado, debimos haber sido más ordenados en la marca.

Otra cosa negativa es la lesión de Andres Lamas. El zurdo tuvo un dolor en el tobillo que esperemos no lo deje afuera porque es fundamental en la defensa y en el juego aéreo, si bien Godoy no desentonó.

También es negativo que a Freitas aún le quede un partido.

Pero lo más negativo, lo que me crispó la paciencia fue la desesperación de la gente que le gritaba al Lolo Favaro que hiciera los cambios. Paremos un poco che, dejen laburar.

Por si fuera poco le pedían que sacara a Barboza y a Pezzolano. Alguno de los que gritó, ¿tiene idea de lo que siente un jugador cuando escucha esas cosas? Alguno de los que gritó, ¿tiene memoria?

Lo que resta

Quedan cuatro partidos en principio ganables, uno de ellos es frente a Peñarol en la penúltima fecha. De ganarlos todos quedamos muy bien posicionados de cara a las copas, alguno se puede perder y no se debe caer el mundo.

Lo que parece difícil luego de este empate es que logremos pelear arriba, por eso este partido es algo más que un tropezón.