Para esto estamos
Gonzalo Caneiro suma su segunda victoria como técnico, y los hinchas comenzamos a ilusionarnos.
Retrocediendo un poco a lo previo al comienzo de la Liga, la idea de los dirigentes tricolores a la hora de armar el equipo era clara: un equipo para entrar entre los ocho. Esto se cristalizó con la llegada de buenas fichas nacionales, como Alejandro Muro o Federico Haller. Sumado a incorporaciones de extranjeros como Riley, sorprende un poco su nivel, y de un jugador de calidad como Puckett.
No quiero caer en la repetición de enumerar factores o excusas, pero la realidad es que de esa idea previa a la Liga se sumaron innumerables traspíes para que el equipo pudiera asentarse en el campeonato. Desde lesiones increíbles, enfermedades, cambios de extranjeros (con el apuro que implicaron), pérdida de puntos, etc.
Eso llevó a que el equipo pasara de luchar arriba a estar en la última posición, y con la continuidad del técnico en duda. Obviamente que si tomamos en cuenta estas circunstancias, no parece justo cargar al técnico con toda la responsabilidad. Su principal debe fue no lograr recomponer al equipo que tras algunas caídas, sumadas a la quita de puntos, no logró volver a levantar la cabeza y es estancó en un rendimiento mediocre.
La realidad te supera, y por más puntos que ganes en la cancha, verte último en la tabla arruina la moral del hincha más optimista. Sumado a que el fantasma del año pasado se hace fuerte mientras puede, empezamos a cruzar los dedos y a esperar lo peor.
Por suerte los dirigentes hicieron frente a este crisis y en un cambio de timón, le dieron un nuevo aire al equipo. Como ejemplo de esto, basta tomar la primera medida de Gonzalo como técnico de Nacional. En el partido contra Tabaré y con prácticamente ninguna práctica encima puso de titular a Diego Pereyra, quien no estaba teniendo buenos juegos. El base no defraudó y con la confianza del nuevo técnico poco a poco comenzó a demostrar su buen juego.
Cuando todo pintaba tan bien, el equipo tuvo un bajón importante contra Montevideo, un partido en el cual se le concedieron al rival demasiadas facilidades a la hora de tirar. Una semana de tranquilidad le vino bien al equipo y el lunes dio una clase de autocrítica. Desde el primer minuto le salió comer el hígado a Unión Atlética, en un partido en el cual en mi opinión los tricolores vencieron con claridad, dando el mensaje de estar un paso por adelante de algunos rivales.
Los números son claros, hoy Nacional tiene 4 victorias y si no fuera por una discutible sanción estaría por encima de Sayago, Unión Atlética, Bohemios y Montevideo. Sé que en el deporte nada esta dicho hasta que no termine, pero me da la impresión que si se logra cierta regularidad este equipo no va a pasar problemas.
Sin faltarle el respeto a nadie, me siento un escalón por encima, y con la incertidumbre lógica que produce no saber qué hubiera pasado si estas circunstancias adversas no hubieran existido. Ya que tampoco lo veo tan atrás de otros equipos que por momento son "sensación" del campeonato o entran entre los ocho mejores.
Tampoco dormirse en los laureles, ahora hay que encarar con fuerza estas tres finales y buscar quedar lo más alto posible. Malvín es difícil, pero tampoco imposible. Mientras que Sayago, no viene en su mejor racha, y Olimpia, alterna buenas y malas convirtiéndose en uno de los equipos a alcanzar.