Dejávu
Jugamos como nunca y perdimos como siempre en la tarde del domingo contra uno de los punteros del campeonato.
Linda tarde, gente en las tribunas, y un gol en contra a los primeros minutos producto de un centro frontal de 40 metros. Dejá vu.
No tuvimos tiempo ni de acomodarnos, que ya, en la primera incidencia del partido, recibimos un gol idéntico a los que habíamos recibido contra Wanderers la semana pasada. Simplemente lamentable.
¿Cómo puede ser que no trabajemos en ese tipo de jugadas después de la cantidad de goles que recibimos por ese medio? No conforme con eso, todo el partido nos complicaron la vida con pelotazos largos. ¿Cómo es posible que la defensa de un equipo que se vale fundamentalmente de eso, defender, tenga tantos problemas para resolver situaciones de envíos aéreos de 40, 50 o 60 metros? No hay respuesta posible que justifique lo anterior.
Independientemente de eso, el equipo no estaba mal ideado. Salió Enzo Ruiz del lateral izquierdo y en su lugar entro Toto Fernández. Para un jugador que es naturalmente zaguero, notable el rendimiento de Manuel. También fue satisfactorio lo de Trindade por el costado derecho de la defensa. Le resta tirar algún centro al área bien dirigido por ahora, pero bien.
Además, volvieron a jugar juntos Agustín Gutiérrez, Dany Acosta y Zabala. Faltaría que Gorocito encuentre su nivel, o tuviera un descanso, pero el equipo está. El resto del primer tiempo fue parejo. Nosotros acusamos un poco el impacto del primer gol, pero nos repusimos y tomamos el control del partido en la mitad de la cancha.
Con respecto al segundo tiempo, no hay -creo yo- lugar para muchos reproches. El equipo salió en busca del partido y la realidad es que hasta el segundo gol de River, los metimos debajo de los palos.
Por momentos jugamos buen fútbol, y por momentos no tanto, pero merecimos ampliamente el empate y quizás más. El ingreso de Ezquerra le dio otra ductilidad a la mitad de la cancha y no solo nos adueñamos de la pelota, sino también del trámite.
Jugada tras jugada desbordamos, pateamos al arco, tiramos centros, intentamos tocando, con impulsos individuales, pero el gol no llegó. Y ese, sin dudas, es el gran déficit que hemos tenido a lo largo de las últimas semanas.
No es suficiente para irnos conformes, pero tuvimos contra las cuerdas al puntero del campeonato. Tanto fue así que ensuciaron el partido, hicieron tiempo tirándose al suelo, reventaron la pelota a la tribuna y pegaron todo lo que pudieron y se les permitió.
Todo esto hasta que en un pelotazo largo (que fue a lo que se limitó River) Taborda comete un par de faltas peleando por la pelota hasta que le queda para la volea y la cuelga del ángulo.
Ellos sin jugar bien, sin llegar, y con un jugador que de esos tiros debe meter 1 de cada 100, llegaron al gol. A veces también hay que tener suerte, y está más que claro que nosotros no la hemos tenido a lo largo del campeonato.
La noticia de la semana ha sido, sin duda, el retiro de nuestro predio de entrenamiento de juveniles de la lista de terrenos a ser expropiados por la Intendencia a fin de construir una terminal de cargas. Por una vez ha triunfado la razón y los esfuerzos del club se ven recompensados.
La otra buena noticia es que queda solo una fecha para que termine este campeonato, después del cual habrá que evaluar muchas cosas de cara a un Torneo Clausura que tendrá que ser muy bueno.
Salud, cerveceros.