Rodrigo Brasesgol

Volvimos a regalar dos puntos importantísimos al empatar con Wanderers después de ir ganando dos veces.

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Volvimos al Roberto, a acompañar al equipo, a alentar, a dejar puntos por el camino. Con respecto a los jugadores que estaban en cancha, no hay demasiado que decir. Entraron Dany, Agustín y Didi de titulares.

Podrá gustarnos o no, pero mal o bien, es lo que tenemos. Quizás al que le vendría bien un descanso es a Gorocito, pero los otros dos jugadores que tenemos en esa posición ven los partidos en la tribuna con nosotros.

Naturalmente, empezamos jugando poquito y recibimos un gol de pelota quieta. No es por ser repetitivo, pero ya es hora de trabajar la pelota quieta, ¿no? Todos los partidos nos convierten goles de esta manera.

Esta vez, desde un centro casi frontal de 40 metros que desvió al delantero que más había que tener como referencia (quien encima de todo, mide 1.70).

Otra de las cosas que habría que rever es si Gelpi es realmente mejor en este momento que el Loco Contreras. No digo que no sea buen golero, quizás le falte fútbol pero desde que ataja tiene participación en prácticamente todos los goles.

A pesar de haber arrancado perdiendo, nos fuimos al descanso arriba en el marcador. Lo anterior tiene una explicación muy simple: cuando no tenemos más remedio que atacar y tenemos los jugadores en cancha capaces de hacerlo bien encontramos, por momentos, algo de buen juego.

Entre Dany, Didi, Gutiérrez y algo (poco) de Gorocito fuimos acercándonos al arco rival. Al ratito empatamos por medio del capitán, que asestó un buen cabezazo tras ganar en el área rival.

Y acá se vio lo mejor de Racing. Wanderers sintió el impacto del gol, la hinchada académica empujó, y llegó el empate en un penal que le convirtieron a Agustín después de un muy buen pase de Zabala. Gorocito fue el encargado de cambiarlo por gol, y así culminó el primer capítulo.

En la primera jugada de la segunda mitad recibimos un gol igual al primero. Increíble.

Ahí el partido se hizo de ida y vuelta hasta que tuvimos la suerte encontrar el tercer gol por medio de nuestro capitán, nuevamente. En los minutos siguientes tuvimos chances para liquidar el partido. En especial gracias a un desborde que culminó en un centro que le quedó al goleador, pero no pudo definir.

Después lo de siempre. La necesidad de cerrar el partido (antes de tiempo) nos jugó una mala pasada, hecho para el cual el orientador técnico no contribuye en nada. Independientemente de lo que el técnico pretende, cuando jugamos a defender, jugamos mal. Tenemos problemas defensivos graves, fundamentalmente por izquierda. Y eso nos está costando muchos puntos.

Puede ser que el penal haya sido dudoso, así como también puede ser que el árbitro nos haya perjudicado al no tomar la decisión de expulsar al golero visitante después de que levantara en el aire a Rodrigo, causándole que cayera violentamente al suelo. Pero si hubiéramos liquidado el partido cuando tuvimos las chances, no habría necesidad de especular con todo esto.

Con lo que nos cuesta llegar al gol, es inconcebible que anotando 3 veces no ganemos. Todos entendemos la ansiedad por ganar, y sabemos que nos juega en contra y sobre eso habrá que trabajar.

a otra forma de corregir este aspecto seria justamente, ganando, pero jugando así va a ser muy difícil.

Hasta el domingo.