El solo pensarte me hechiza
El año termina pero esta alegría queda intacta en nuestros corazones.
Termina el año. Un año que quedará para siempre en el recuerdo de muchos, que escribe una página más en la historia de nuestro deporte y en la gloria del club más popular.
Vimos al Palacio Peñarol reventar una y otra vez en rojo, verde y blanco. Se vieron lágrimas, risas, abrazos, nervios, cábalas, un mar de emociones y sentimientos indescriptibles, Aguada es una pasión inexplicable y el que lo siente lo sabe.
Somos los campeones, dimos la vuelta. En familia, con amigos, con personas que vimos y vemos partido a partido, que entienden lo que se siente, entienden las lágrimas, lo suspiros y ese sentimiento tan hondo que solo este amor te puede dar. Recibimos llamadas, mensajes de felicitaciones y estuvimos por semanas con una sonrisa imborrable.
Nos hicimos sentir en todo el continente. Estuvimos a la altura internacional, fuimos locales y visitantes, y estuvimos presentes acá y allá. Ganamos partidos que parecían imposibles y nos reconocieron como la única hinchada que viajó por América. El mundo es tan chico, viejo, sin embargo nunca supe de alguien como vos.
Para los aguateros que estuvieron siempre, para los que han ido llegando, para los que están, para los que vendrán y para los que desde el cielo siguen alentando. Que el próximo año dé continuidad a estos logros, estos laureles que famosos nos harán.
La buena felicidad dicen que no se nota, el año termina pero esta alegría queda intacta en nuestros corazones que vuelven a latir fuerte cuando recordamos la noche del 6 de mayo y el solo pensarte me hechiza.