Defensor y Biguá nos derrotaron los dos últimos partidos del 2013 ¿pero qué más da? El balance de la temporada hasta el momento es positivo, y nos vamos al receso por las fiestas en una posición privilegiada.

Nada para quejarse, nada para reprochar. Perdimos con dos muy buenos equipos y perdimos bien. Defensor tiene uno de los mejores equipos de la Liga, formado de buenas fichas nacionales y dos extranjeros determinantes que se hicieron sentir. Perdimos el invicto en Chucarro, en algún momento iba a pasar. Nada para dramatizar.

Biguá, a pesar de sus bajas, juega y jugó gran básquetbol. Mueven tan bien la bola que casi siempre toman tiros cómodos y solos. La gran mayoría de sus jugadores jugaron en las formativas del club desde muy chicos y tienen internalizado el chip sobre lo que se quiere jugar. Se perdió y punto.

Es muy difícil mantener el excelentísimo nivel con el que jugamos algunos partidos. No es que jugamos horrible, hay muchos factores que inciden. La seguidilla de partidos y el calor, fueron realidades que nos jugaron una mala pasada. Personalmente, creo que el receso va a venir muy bien para que los jugadores tengan un buen descanso, se lo merecen. A la vuelta, ya más despejados, vamos a volver a encontrarnos con la victoria, y vamos a afrontar la recta final de la mejor manera, no tengo duda alguna.

Conclusiones deportivas

Personalmente me llevo una serie de conclusiones a este descanso. La primera columna me arriesgué a decir que sería la Liga más pareja de los últimos años, y si no la es, creo que “pega en el palo”. Que venimos por excelente camino nadie lo duda. No voy a caer mucho en esto ya que lo he repetido columna a columna y no quiero aburrir. Sobre jugadores no me voy a detener en ninguno, todos en su rol están respondiendo de muy buena forma.

A los que sí últimamente me parecería injusto no destacar son al “Rana”, que está jugando a un gran nivel, defensivamente como siempre, pero también en ataque. Y al “Mingo”, que al principio por más que se prendía a todas, rasgo que no es menor para un foráneo, se mostraba medio errático. Cerró el año en un notable nivel, defensivo como ofensivo, tomando bastante más protagonismo.

Conclusiones extradeportivas

Sigo sin poder creer que en partidos cómo Trouville vs Biguá no dejen salir a tomar aire en los entretiempos. Sé que el tema violencia es complicado, pero tengamos precaución y actuemos donde y cuando hay que actuar. De todas formas, un hincha de Trouville, al que no voy a delatar, nos hizo un favor a todos. Abrió la puerta de la cancha de fútbol 5, pudiendo así salir a tomar 10 necesarios minutos de aire. Obviamente nada pasó.

Con el paso de los partidos, el público cada vez va menos. La gran cantidad de partidos semanales, entradas caras y el tremendo calor, hacen que una gran cantidad de hinchas prefieran quedarse en sus casas. A esto se le suma que la parte más linda del torneo se juega en enero. Sé que entran en juego varios intereses, y por ello el torneo se juega en este período. Pero es una lástima. Personalmente, por ejemplo, no voy a poder estar en algún que otro juego. Veremos cómo podremos hacer con la columna.

 Es una lástima la medida que se tomó de que no pueda haber más gente parada en la zona de vestuarios. Jamás pasó nada, simplemente va un grupo de hinchas que alientan al cuadro, y sin ser una gran hinchada, al menos, le ponían un poco de color a los partidos. Lamentablemente, lo único que se logró es que eso disminuya y se apile gente en las tribunas.

 No quiero cerrar esta columna sin desearle feliz Navidad y próspero año nuevo a toda la familia del rojo. A los amigos, pero también a los que conozco menos o a los que no conozco; a los que coinciden con lo que escribo y a los que no; a los que están siempre, a los que están de vez en cuando, y a los que nunca están. A todos les deseo felices fiestas, nos estamos viendo por las canchas, a seguir acompañando a este equipo que se lo merece, y de seguro va a llegar muy lejos.