La historia de siempre
¿Para que te lo voy a contar?, si ya lo sabés. Nos empataron de atrás en el Complejo Rentistas y nos volvimos con un punto.
Mucho calor ayer en el Complejo para ver cómo nuestro equipo volvió a desperdiciar una oportunidad más que propicia para sumar de a 3.
No hay mucho que decir del equipo titular. Volvió Lalo, que jugó muy bien, y por ende Trindade pasó al lateral izquierdo. No fue desastroso, pero digamos que el perfil izquierdo no lo favoreció.
La novedad estuvo en el ingreso como titular de Leandro Ezquerra en la mitad de la cancha. Lo cierto es que con Ezquerra, Dany, Didi y Gutiérrez, tenemos un mediocampo de muy buen pie. Hecho que no demoró en hacerse notar.
Lo que sí le va a costar muchísimo a Rosario Martínez explicar, cuando se reúna con la directiva, es el capricho de poner a Gelpi en el arco. No fue el caso de este sábado, pero es un golero que nos ha costado varios goles en contra, y en consecuencia, puntos. No tantos como la falta de efectividad, pero varios.
Probablemente virtud de la temperatura que había en la tarde de ayer, el partido se hizo de ida y vuelta. No existía la mitad de la cancha y ambos equipos se limitaron a cambiar ataque por ataque.
En este juego de ataque contra defensa, sin ser por un par de errores puntuales en la defensa, prevalecimos nosotros. El manejo de Ezquerra, el orden de Carlitos Díaz, la creación de Dany, la técnica de Agustín y los desbordes de Zabala nos hacían un poquito más que el rival, que centralizó mucho y levantó demasiado la pelota, víctima de una cancha en mal estado.
Sobre la hora una jugada preciosa de Agustín por izquierda, que culminó en un centro al segundo palo para que Zabala la baje y se la dé a Gorocito, que solo tuvo que empujarla, nos puso en ventaja.
El segundo tiempo fue más o menos igual. Tránsito ligero por la mitad de la cancha y a esperar y contragolpear. Varias fueron las chances que tuvimos de liquidar el encuentro a nuestro favor, pero como es usual, no aprovechamos ninguna.
Mientras buscamos anotar un gol más con el objetivo de ganar tranquilidad, superamos a un Rentistas sin argumentos ofensivos (ni defensivos). Muchos comentaban acerca de la cantidad de puntos del rival como una especie de credencial de su nivel futbolístico; pero a pesar del elevado puntaje que cosecharon, el sábado no se vio prácticamente nada que lo justificara.
Hasta los cambios (por supuesto equivocados) del entrenador de Racing, ganábamos con tranquilidad. Lo que en los primeros minutos era serenidad, toque e intentos de buen juego, cuando se acercaba el final del partido se convirtió en nervios y ansiedad por llegar a una victoria. Evidentemente, lo anterior nos jugó en contra hasta que nos empataron. La historia de siempre.
Los fundamentos para que el rival pensara que nos podía empatar, se los dimos nosotros, como se los dimos también a los anteriores, con idéntico resultado: el empate.
El orientador técnico toma la decisión de remover del campo de juego a todos los jugadores capaces de tener la pelota y nos abroquelamos atrás. Contrario a lo que Martínez pueda pensar, no sabemos meternos tan atrás.
Después, si el gol fue fortuito, en el sentido de que el jugador que lo hizo nunca debe haber hecho un gol de esa factura técnica, poco importa. Como bien dice el entrenador, el fútbol son resultados y este empate fue como una derrota.
Respecto al resto del partido no hay nada que mencionar. Ya no teníamos reacción con el equipo que estaba en cancha. Demasiado tarde vino el ingreso de Gamarra y si bien quisimos, no pudimos volver a convertir. Y con esto se cierra un torneo que empezó bien, y terminó muy mal.
Me parece que en la mente de todos nosotros, más que traer a algún refuerzo para el plantel (que creo no vendría mal) está la continuidad -o no- del actual cuerpo técnico.
Será trabajo de la directiva evaluar si la cantidad de puntos que hicimos, aquellos que podríamos haber hecho y no hicimos (y sobre todo por qué no los conseguimos) y la forma de jugar del equipo la mayoría del torneo son los adecuados para el Racing Club de Montevideo.
Nosotros tendremos que prepararnos para un Torneo Clausura que será muy largo. Hasta esa cita será entonces.
Un abrazo cervecero, FELICES FIESTAS.
No hay mucho que decir del equipo titular. Volvió Lalo, que jugó muy bien, y por ende Trindade pasó al lateral izquierdo. No fue desastroso, pero digamos que el perfil izquierdo no lo favoreció.
La novedad estuvo en el ingreso como titular de Leandro Ezquerra en la mitad de la cancha. Lo cierto es que con Ezquerra, Dany, Didi y Gutiérrez, tenemos un mediocampo de muy buen pie. Hecho que no demoró en hacerse notar.
Lo que sí le va a costar muchísimo a Rosario Martínez explicar, cuando se reúna con la directiva, es el capricho de poner a Gelpi en el arco. No fue el caso de este sábado, pero es un golero que nos ha costado varios goles en contra, y en consecuencia, puntos. No tantos como la falta de efectividad, pero varios.
Probablemente virtud de la temperatura que había en la tarde de ayer, el partido se hizo de ida y vuelta. No existía la mitad de la cancha y ambos equipos se limitaron a cambiar ataque por ataque.
En este juego de ataque contra defensa, sin ser por un par de errores puntuales en la defensa, prevalecimos nosotros. El manejo de Ezquerra, el orden de Carlitos Díaz, la creación de Dany, la técnica de Agustín y los desbordes de Zabala nos hacían un poquito más que el rival, que centralizó mucho y levantó demasiado la pelota, víctima de una cancha en mal estado.
Sobre la hora una jugada preciosa de Agustín por izquierda, que culminó en un centro al segundo palo para que Zabala la baje y se la dé a Gorocito, que solo tuvo que empujarla, nos puso en ventaja.
El segundo tiempo fue más o menos igual. Tránsito ligero por la mitad de la cancha y a esperar y contragolpear. Varias fueron las chances que tuvimos de liquidar el encuentro a nuestro favor, pero como es usual, no aprovechamos ninguna.
Mientras buscamos anotar un gol más con el objetivo de ganar tranquilidad, superamos a un Rentistas sin argumentos ofensivos (ni defensivos). Muchos comentaban acerca de la cantidad de puntos del rival como una especie de credencial de su nivel futbolístico; pero a pesar del elevado puntaje que cosecharon, el sábado no se vio prácticamente nada que lo justificara.
Hasta los cambios (por supuesto equivocados) del entrenador de Racing, ganábamos con tranquilidad. Lo que en los primeros minutos era serenidad, toque e intentos de buen juego, cuando se acercaba el final del partido se convirtió en nervios y ansiedad por llegar a una victoria. Evidentemente, lo anterior nos jugó en contra hasta que nos empataron. La historia de siempre.
Los fundamentos para que el rival pensara que nos podía empatar, se los dimos nosotros, como se los dimos también a los anteriores, con idéntico resultado: el empate.
El orientador técnico toma la decisión de remover del campo de juego a todos los jugadores capaces de tener la pelota y nos abroquelamos atrás. Contrario a lo que Martínez pueda pensar, no sabemos meternos tan atrás.
Después, si el gol fue fortuito, en el sentido de que el jugador que lo hizo nunca debe haber hecho un gol de esa factura técnica, poco importa. Como bien dice el entrenador, el fútbol son resultados y este empate fue como una derrota.
Respecto al resto del partido no hay nada que mencionar. Ya no teníamos reacción con el equipo que estaba en cancha. Demasiado tarde vino el ingreso de Gamarra y si bien quisimos, no pudimos volver a convertir. Y con esto se cierra un torneo que empezó bien, y terminó muy mal.
Me parece que en la mente de todos nosotros, más que traer a algún refuerzo para el plantel (que creo no vendría mal) está la continuidad -o no- del actual cuerpo técnico.
Será trabajo de la directiva evaluar si la cantidad de puntos que hicimos, aquellos que podríamos haber hecho y no hicimos (y sobre todo por qué no los conseguimos) y la forma de jugar del equipo la mayoría del torneo son los adecuados para el Racing Club de Montevideo.
Nosotros tendremos que prepararnos para un Torneo Clausura que será muy largo. Hasta esa cita será entonces.
Un abrazo cervecero, FELICES FIESTAS.
