Cuando me ofrecieron postularme para escribir columnas semanales en Por Decir Algo, no lo dudé ni un segundo. Vale aclarar que no conocía la página ni a ninguno de sus miembros, pero agarré viaje, siempre pensando en lo bueno que sería y en lo que al final de cuentas me daría: “Fama, dinero, experiencia, plata, codearme con otros columnistas, publicidad y más dinero”.

Bueno, nada de eso he obtenido y a diez semanas de haber comenzado a redactar me encuentro en este brete* de tener que escribir una columna semanal de partidos de básquetbol, en una semana donde Montevideo tuvo fecha libre y coincidentemente es la última fecha por lo que no hay más partidos por ahora.

Y aquí es donde subyace la principal pregunta: ¿De qué escribir?

Debo confesar que la idea original de esta columna era arrancar comentando el partido que nuestros juveniles ganaron frente a Lagomar por 82 - 69, obteniendo así el pasaje para la final de su categoría a jugarse el próximo martes. Como dije, la idea era darle color, conseguir las estadísticas, hacerles entrevistas a nuestros borreguitos, y básicamente hacerlo parecer un partido de Liga para luego rematar el párrafo con que se trataba de nuestros juveniles.

Lástima que esta idea se me ocurrió el sábado por la noche, donde claramente ninguno de nuestros borreguitos estaba disponible. En otras palabras, ninguno de nuestros borreguitos era capaz de pasar un test antidoping ya que directamente ninguno podía orinar dentro de al menos uno de los tres frasquitos que veían.

Por otro lado, pensé en escribir una columna conmemorando los 80 años de nuestra institución a cumplirse el 2 de diciembre. Pero en realidad en la página web de Montevideo pueden encontrar una reseña de la historia del club, de los grandes jugadores que allí jugaron, historias y anécdotas de hinchas. Inclusive páginas abocadas al basquetbol nacional de Liga, prometen gran cobertura sobre los festejos del aniversario en el Mercado... En realidad, no.

De hecho, al momento de redactar esto, me tomé la molestia de ingresar a un par de páginas de basquetbol nacional, apretar F3 y buscar “Montevideo”. Ni figuramos. Mientras que todos los “Montevideos” que aparecen hacen referencia a la ciudad en sí, debemos estar agradecidos como hinchas de al menos figurar en la tabla de posiciones. A veces.

Son las situaciones como estas, las que me hacen desear tener una hinchada pesada. Pero de esas pesadas, pesadas, que causan disturbios y derivan en la escritura de columnas y redacciones acerca de los daños que se cometen. Sin embargo, lejos de esto estamos. Somos pesados, pesados, sí, pero en cuanto a kilos. Mientras que los demás clubes nos refriegan en la cara la juventud y la energía de su hinchada, nuestro promedio de edad será de unos 70 años (incluyendo a los que nos consideramos viejos en cuerpos casi jóvenes) mientras que la expectativa de vida es de dos afeitadas.

Esta última prueba es solo una de las tantas que nos llevan a pensar que somos el club que mejor representa a este país. Uruguay se encuentra en medio de dos potencias sudamericanas y casi que una disputa barrial entre Argentina y Brasil; mientras que Montevideo BBC se encuentra en medio de dos grandes equipos de basquetbol del país y casi que en medio de una disputa barrial entre Goes y Aguada. Otra prueba fehaciente.

Somos considerados y hemos sido considerados como un “dolor de cabeza” para muchos tal cual ha sido nuestro paisito para muchos otros y en muchos ámbitos. Saben que Montevideo es un equipo de esos que joden, que molestan y que en cada partido se va a salir a morder y con el cuchillo entre los dientes (a veces literal, sobre todo en los jugadores de formativas que van a practicar o jugar después de su clase de gastronomía en la UTU).

Montevideo BBC es país. Montevideo BBC es Uruguay. Pero si esto fuera una premisa en filosofía, todo Montevideo BBC es Uruguay, pero no todo Uruguay es Montevideo BBC. ¿Por qué? Porque como ya he aclarado en notas anteriores, me molesta que nos confundan con el club de fúbol, Uruguay Montevideo. ¡Son dos cosas distintas, dos instituciones distintas!

*Brete: Hace referencia a un problema del cual es difícil escaparse. Nada tiene que ver con la cosita que va detrás del soutien y que a los hombres tanto nos cuesta sacar ni con Bethel Spa, la casa de masajes formal que queda en la calle Rivera y que tiene pegotines en todos los autos que circulan por la rambla.