Comienzo del viaje
El sueño, la realidad y la tarea.
El sueño
Mirar para adelante y no dejarse ganar por la ilusión, quién pudiera ser escéptico, no soñar con ser campeón.
Liverpool es algo más, una pelota en el palo, un penal mal cobrado, un gol anulado, la barrida del volante. Sí, es tan solo fútbol y el mejor suele ganar, o al menos tener más posibilidades, es solo fútbol, pero Liverpool es algo más.
Esperar que sea la hora, arreglar con alguien o ir solo, conversar de cualquier cosa y en un segundo pensar ¿y si hoy ganamos? El bondi lleno de gente que no se da cuenta, acercarse de a poco a la cancha y sentir lentamente que el ambiente está armado.
Sacar la entrada, ya con la cabeza puesta en el lugar que es tuyo en esa cancha, ¿quién jugará adelante? ¿qué tal es el otro rival? ¿y si hoy ganáramos?
Ingresar, subir esa escalera de acceso como si estuvieras por salir a la cancha, como si fueras uno más, encontrarse a la familia negriazul, a los de siempre y a los ocasionales. Esperar que pite el juez y el corazón que empieza a latir en otra dimensión.
Ya sé, es solo fútbol, se gana y se pierde, pero Liverpool es algo más.
Lo real
Tres incorporaciones, Caué Fernándes, gran zaguero, firme por arriba y por abajo, un tipo con mucha humildad que puede arreglar muchos de los problemas defensivos que tuvimos el año pasado.
Iván Moreno y Fabianesi, volante argentino con mucha experiencia, marca, buen pié y gol. Puede llegar a ser un gran referente en el plantel.
Javier Ernesto Chevantón, pueden llegar goles que faltaron en el apertura. Desequilibra en el área y patea tiros libres. Experiencia y pasta de campeón, puede ser el compañero ideal de Rodrigo.
A los demás ya los conocemos, sabemos la clase que tienen, lo que pueden dar y lo que no. Si las partes de esta máquina se ensamblan correctamente la posibilidad de campeonato es certera.
Abajo está el descenso, no tan cerca, pero tampoco tan lejos. Los objetivos pueden confundirse, pero salir a ganar cada partido va a hacer que se cumplan todos.
La tarea
Obviamente ir siempre que se pueda a alentar. Saber que los once jugadores dejan todo en la cancha para que nosotros nos rompamos la garganta con un grito de gol. Darle para atrás a nuestros jugadores solo favorece al rival.
Pedirle a los jugadores siempre un poco más, aportar desde la tribuna el ambiente necesario para que los jugadores puedan rendir, esa es nuestra tarea, ni más ni menos. Muy equivocado está el que se crea director técnico o jugador.
Después, mirar para adelante, no dejar de ilusionarse, si tenés cábalas usalas, si podés ir a la cancha andá, si tenés la chance de cruzarte con algún jugador dale para adelante y si tenés corazón ilusionate.
Porque esto es tan solo un partido de fútbol, las esperanzas se dirimen en la cancha. Todos los equipos salimos con las mismas posibilidades de salir campeón, dependemos del camino que tracemos.
En esto que es tan parejo, saldrá campeón el equipo que intente ser campeón en cada partido, en cada pelota, en cada pulgada, ahí está la diferencia entre ser campeón o ser uno más.
La tarea, disfrutar de este sendero que hemos elegido y se llama Liverpool, disfrutarlo, porque cuando al final se pasa raya lo que queda es el camino... y Liverpool, que es algo más.