El otro yo (el peor enemigo)
A falta de cinco finales, el peor rival de Nacional no son los otros equipos, es el propio Nacional.
Cuando comenzó la Liga, todos los hinchas de Nacional nos ilusionamos con el armado del plantel, esperando que con estas nuevas adquisiciones le estaríamos escapando al tan de moda "fantasma del descenso", con la esperanza de ser competitivos con los mejores equipos.
Lamentablemente las distintas circunstancias que nos tocaron vivir -cierres de cancha, quita de puntos y lesiones de jugadores importantes-, sumado a la forma de disputa de la Liga, llevan a que a falta de cinco partidos el destino del equipo de cara a una futura Liga sea incierta.
Creo que a nadie lastimo si digo que Nacional tiene más plantel que la mayoría de los equipos del Reclasificatorio, ya que cuenta entre sus filas a Federico Haller, jugador con nivel de selección, o Alejandro Muro, pilar del Aguada campeón.
Sumado al buen rendimiento de sus dos fichas extranjeras, que han logrado complementarse de buena manera, conformando una excelente dupla. El equipo de Nacional parece haberse hecho, como tantas veces han dicho sus principales actores, con otros objetivos.
Lamentablemente parecería que el peor enemigo está filas adentro, y es el propio equipo. El último partido es un claro ejemplo de ello. Un equipo de Nacional que entró a la cancha desenfocado, mientras su rival le comía los talones en cada jugada. De esta manera Olimpia logró hasta sacar veinte puntos, que casi son remontados en cinco minutos cuando el equipo tricolor se despertó.
Pero no es un problema de un partido solo, es una constante a lo largo de todo el campeonato. Parecería que al equipo le costara entrar en los partidos, siendo los principios de los cuartos sus momentos mas débiles, donde la mayoría de los equipos contrarios sacan una distancia que después los tricolores tienen que descontar a fuerza de voluntad.
Llevando a enfocar muchas veces esa frustración de manera injusta contra los jueces, no siempre tienen la culpa. Creando un clima hostil y tenso, que lleva muchas veces a perjudicar al mismo equipo, el cual entra en un círculo vicioso.
Me imagino largas charlas de Caneiro y Pardo a los jugadores a fin de mejorar este principal problema. Si se logra aumentar la concentración las chances de permanecer en Liga son altas. La premisa es fácil, enfocarse en el juego y hacer lo que mas saben: jugar al basketball.
Lamentablemente las distintas circunstancias que nos tocaron vivir -cierres de cancha, quita de puntos y lesiones de jugadores importantes-, sumado a la forma de disputa de la Liga, llevan a que a falta de cinco partidos el destino del equipo de cara a una futura Liga sea incierta.
Creo que a nadie lastimo si digo que Nacional tiene más plantel que la mayoría de los equipos del Reclasificatorio, ya que cuenta entre sus filas a Federico Haller, jugador con nivel de selección, o Alejandro Muro, pilar del Aguada campeón.
Sumado al buen rendimiento de sus dos fichas extranjeras, que han logrado complementarse de buena manera, conformando una excelente dupla. El equipo de Nacional parece haberse hecho, como tantas veces han dicho sus principales actores, con otros objetivos.
Lamentablemente parecería que el peor enemigo está filas adentro, y es el propio equipo. El último partido es un claro ejemplo de ello. Un equipo de Nacional que entró a la cancha desenfocado, mientras su rival le comía los talones en cada jugada. De esta manera Olimpia logró hasta sacar veinte puntos, que casi son remontados en cinco minutos cuando el equipo tricolor se despertó.
Pero no es un problema de un partido solo, es una constante a lo largo de todo el campeonato. Parecería que al equipo le costara entrar en los partidos, siendo los principios de los cuartos sus momentos mas débiles, donde la mayoría de los equipos contrarios sacan una distancia que después los tricolores tienen que descontar a fuerza de voluntad.
Llevando a enfocar muchas veces esa frustración de manera injusta contra los jueces, no siempre tienen la culpa. Creando un clima hostil y tenso, que lleva muchas veces a perjudicar al mismo equipo, el cual entra en un círculo vicioso.
Me imagino largas charlas de Caneiro y Pardo a los jugadores a fin de mejorar este principal problema. Si se logra aumentar la concentración las chances de permanecer en Liga son altas. La premisa es fácil, enfocarse en el juego y hacer lo que mas saben: jugar al basketball.