La vergüenza de todo un país
Usan este caso porque tiene prensa y vuelven a dar un nefasto ejemplo de “igualdad”.
La Justicia actuó de oficio, tal como si fueran los peores delincuentes. Jugadores de ambos equipos fueron sancionados de la misma forma, de una forma con la que habitualmente no se juzgan a los verdaderos violentos del fútbol.
Puñaladas, corridas, vallas que vuelan, hijos sin padre, inocentes víctimas, familias alejadas de la cancha por los verdaderos violentos que caminan por la vida como si nada.
Una justicia que suele faltar a su principal objetivo y que juzga de la misma forma a quien se defiende como a quien ataca.
¿Cuál era la posición que debieron haber tenido los jugadores de Nacional? Quizá la que tuvo Pablo Álvarez, que intentando separar y calmar las aguas se llevó el peor golpe de la noche.
Esa es la postura que la Justicia uruguaya le está pidiendo a la sociedad hace mucho tiempo, la de dejarse atropellar, robar, matar, porque en caso de defenderse es la víctima que se convierte en victimario.
No estoy a favor de la violencia, pero tampoco soy demagogo. No estoy feliz por lo que hicieron mis jugadores, pero yo hubiera hecho lo mismo, aunque pienso que esto debe ser sancionado de alguna manera, porque si no queda en libertad cualquier persona de hacer lo que se le cante, porque total es un amistoso, no hay sanción de puntos etc.
Pero la ley tiene que ser pareja para todos, no se puede privar a un jugador de jugar al fútbol por unas piñas. No cuando no se aplicó la misma ley en casos exactamente iguales. En este aspecto es cuando la Justicia deja de ser tal.
¿Cuál es la explicación para que Jorge Rodriguez no sea juzgado de la misma forma que lo fue Darwin Torres? Ambos participaron de la “riña”, ambos agredieron a patadas a sus “rivales”, pero el jugador de Nacional fue procesado y de Peñarol no.
Hacen pagar a algunos porque supuestamente tienen que ser “ejemplo”, cuando la realidad es que lo único que deben hacer es jugar al fútbol.
Meten en la bolsa de la “lucha contra la violencia” a quienes -a mi juicio- no deben, piden lo que no dan y vuelven a mostrar falencias, porque tal lucha no existe. Usan este caso porque tiene prensa y vuelven a dar un nefasto ejemplo de “igualdad”.
Todo es raro, muchas cosas no se explican. Esta vez no es un tema de colores, la “Justicia” uruguaya se ha convertido últimamente en la vergüenza de todo un país.
Puñaladas, corridas, vallas que vuelan, hijos sin padre, inocentes víctimas, familias alejadas de la cancha por los verdaderos violentos que caminan por la vida como si nada.
Una justicia que suele faltar a su principal objetivo y que juzga de la misma forma a quien se defiende como a quien ataca.
¿Cuál era la posición que debieron haber tenido los jugadores de Nacional? Quizá la que tuvo Pablo Álvarez, que intentando separar y calmar las aguas se llevó el peor golpe de la noche.
Esa es la postura que la Justicia uruguaya le está pidiendo a la sociedad hace mucho tiempo, la de dejarse atropellar, robar, matar, porque en caso de defenderse es la víctima que se convierte en victimario.
No estoy a favor de la violencia, pero tampoco soy demagogo. No estoy feliz por lo que hicieron mis jugadores, pero yo hubiera hecho lo mismo, aunque pienso que esto debe ser sancionado de alguna manera, porque si no queda en libertad cualquier persona de hacer lo que se le cante, porque total es un amistoso, no hay sanción de puntos etc.
Pero la ley tiene que ser pareja para todos, no se puede privar a un jugador de jugar al fútbol por unas piñas. No cuando no se aplicó la misma ley en casos exactamente iguales. En este aspecto es cuando la Justicia deja de ser tal.
¿Cuál es la explicación para que Jorge Rodriguez no sea juzgado de la misma forma que lo fue Darwin Torres? Ambos participaron de la “riña”, ambos agredieron a patadas a sus “rivales”, pero el jugador de Nacional fue procesado y de Peñarol no.
Hacen pagar a algunos porque supuestamente tienen que ser “ejemplo”, cuando la realidad es que lo único que deben hacer es jugar al fútbol.
Meten en la bolsa de la “lucha contra la violencia” a quienes -a mi juicio- no deben, piden lo que no dan y vuelven a mostrar falencias, porque tal lucha no existe. Usan este caso porque tiene prensa y vuelven a dar un nefasto ejemplo de “igualdad”.
Todo es raro, muchas cosas no se explican. Esta vez no es un tema de colores, la “Justicia” uruguaya se ha convertido últimamente en la vergüenza de todo un país.