​Esto recién arranca

Tenemos con qué y sabemos cómo, solo es cuestión de demostrarlo.

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Así como entre el blanco y el negro hay una variada gama de colores en el medio, en el fútbol, entre la victoria y la derrota, está el empate. Y entre todo esto, están todas las razones de por qué se da un resultado de fútbol.

Usted tendrá las suyas para explicar lo del martes, yo tengo las mías. Se las enumero y se las comparto:

1. Nos creímos todo el bombo que nos dio la prensa en los amistosos de verano. ¡Guau!, mirá como está Danubio. Salimos pensando que teníamos el partido ganado de ante mano y nos dimos con fuerza contra el piso. Nosotros campeones y ellos casi en la B, listo, pan comido.

2. Los novios después del casamiento repartieron torta y bebidas espumosas a los jugadores en el vestuario. Esto provocó que salieron a jugar pesados, sin dejarlos pensar con claridad. ¡Va mis felicitaciones a los novios! Si eso no es amor, ¿qué es?

3. Si en el Apertura arrancamos empatando y luego fuimos campeones, ¿por qué no repetir lo mismo en este torneo? Es una excusa válida si suponemos que lo que pasó una vez, puede pasar dos veces. ¿No?

4. Por último, la que más me gusta, es que no supimos leer el partido. Jugamos contra un equipo que por su afán de escaparle al descenso, salió a jugar con 8 defensores bien parados por delante del golero. Sacando a Álvez, adelante tenemos una jardín lleno de enanos, y ¿qué hicimos? Tiramos centros en un lugar plagado de defensores altos. Tampoco pudimos marcar al único jugador que solo rinde cuando juega en Cerro Largo, como lo es Rino Lucas. No pudimos, y por eso le hicimos penal. No jugamos con un 10 hace tiempo, pero se nota que nos falta uno. Alguien que controle los arranques del Nacho y que le dé aire al pobre Camilo.  

La conclusión a sacar es simple. Esto recién arranca, y es largo. Medio campeonato lo tenemos asegurado. En este respiramos más tranquilos, pero tampoco abusemos.
Tenemos con qué y sabemos cómo, solo es cuestión de demostrarlo.