No juega tan bien, no está al 100% físicamente, sigue desatendiendo el fondo, tiene jugadores en un bajísimo nivel y hasta deja puntos en el camino; pero con lo que hemos visto nos basta para decir que este plantel muestra algo distinto al del Apertura.

Se ve en los jugadores una mayor seriedad y una intención clara de pasarse la pelota al ras del piso. Se ven desbordes, balones al área y contragolpes veloces y relativamente prolijos, que aunque malogrados son un claro indicio de lo que quiere el nuevo técnico.

Es cierto, los tiempos apremian y resignar puntos tan temprano en el clausura puede terminar de matar nuestras ilusiones para con el bicampeonato, pero no podemos culpar a Fosatti ya que no hace más de dos semanas que trabaja con este plantel. Incluso en este corto período de tiempo está logrando imprimir su metodología de juego en los jugadores.

Corresponde decir que el conjunto sigue cometiendo errores a la hora de marcar. Más allá de la desafortunada salida de Piriz, nada justifica el ingreso de un Marcel Novick que mostró un nefasto nivel y fue responsable directo del primer gol violeta.

Asimismo, el equipo sigue estando impreciso a la hora de pasar el balón y a la hora de definir. Jonathan Rodríguez erró dos chances claras de gol y terminó sustituido al igual que el partido anterior.

Por último cabe decir que el plantel no está bien físicamente y se evidencia agotado sobre el final del encuentro.

Se avecina el debut en Libertadores y con ello un enorme desafío para el grupo. Esperemos que el próximo Miércoles en Venezuela el equipo pueda consumar esa idea de juego en un triunfo internacional.

No estamos contentos, no estamos ni siquiera ilusionados, no estamos felices ni mucho menos confiados. Estamos tranquilos, tranquilos por tener una idea. De lo demás se encargará la mística de la majestuosa camiseta.

@Iker_Monchakos